En el libro “El retorno de los brujos”, de los investigadores ocultistas Jacques Berguier y Lous Pauwel, se relató por primera vez una historia que pronto se convertiría en leyenda urbana. En 1954 los empleados del aeropuerto internacional “Narita”, en Tokio, Japón, atendieron a un pasajero de raza blanca, cuyo idioma natal parecía ser el francés, aunque también hablaba inglés. El pasajero desconcertó de inmediato a los empleados, pues les mostró un pasaporte emitido, firmado, fechado y sellado por las autoridades de un desconocido país llamado “Taured”.

En el extraño pasaporte se podía constatar el nombre de la persona, el numero del documento, fecha de nacimiento, su extraña nacionalidad y sellos auténticos de otros países europeos y asiáticos que el pasajero había visitado. Los empleados del aeropuerto, tras investigar su historial de abordaje, se comunicaron con el personal del avión y las aeromozas, y confirmaron que el misterioso pasajero había viajado y llegado a Japón proveniente de España.

Luego de seis horas, uno de los oficiales del aeropuerto le puso al pasajero un mapa del mundo y en un inglés básico le preguntó “¡Dime! ¿De dónde eres?”. El hombre señaló en el mapa un punto entre Francia y España, correspondiente al Principado de Andorra, pero al mismo tiempo remarcó estar confundido porque nunca había oído hablar de Andorra.

Las autoridades finalmente se llevaron al pasajero, que no volvió a abrir la boca, a un hotel, donde fue escoltado durante toda la noche por dos guardias. Al día siguiente, los guardias abrieron la puerta y se llevaron una gran sorpresa: el misterioso pasajero, así como todas sus pertenencias, se había desvanecido.

Esta leyenda urbana, que parece inventada, en realidad sí tiene algo de veracidad. En octubre de 1959, un hombre llamado John Allen Zegrus llegó a Japón acompañado de su esposa coreana. Tres meses después, fue arrestado por la policía nipona acusado de fraude de identidad y de intentar cobrar dos millonarios cheques en dos bancos de Tokio.

Tras ser detenido e interrogado, Zegrus relató que “nació en Estados Unidos, se mudó al Reino Unido a través de Checoslovaquia y Alemania, y asistió a la escuela secundaria allí. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue piloto de la Royal Air Force y una vez fue capturado por los alemanes. Después de la guerra, vivió en América Latina. Más tarde se convirtió en espía de los estadounidenses en Corea del Sur, sirvió como piloto en Tailandia y Vietnam, y luego fue asignado por la República Árabe Unida. Llegó a Japón para una misión secreta, que incluía el reclutamiento de voluntarios militares japoneses para la República Árabe Unida”.

Después de contactar a los países mencionados, las autoridades japonesas determinaron que toda la información proporcionada por Zegrus era falsa y que los sellos en su pseudo-pasaporte habían sido fabricados por él mismo.​ Fue condenado a un año de prisión, pero tras escuchar la sentencia, intentó suicidarse cortándose las venas con un trozo de un vaso que había llevado en secreto a la corte.​​

Después de su liberación, John Zegrus fue deportado de Japón a Hong Kong y nunca más se supo de él.