Cuando la crisis deportiva parecía quitarle la alegría en este fin de año, Boca Juniors sacó su carácter y se quedó con un título para cerrar 2021 con una sonrisa: luego de un pálido 0-0 en Santiago del Estero, el equipo de Sebastián Battaglia se impuso 5-4 en la definición por penales y se consagró campeón de la Copa Argentina por cuarta vez en su historia.

Rossi, el héroe de Boca en esta Copa Argentina.

La euforia por el nuevo trofeo no tapó lo evidente: el “Xeneize” volvió a cumplir un partido deslucido, al punto que, una vez más, terminó los 90′ sin generar situaciones claras de gol y, de hecho, sin patear al arco. El juego quedó nuevamente en el déficit, con Edwin Cardona muy flojo, Sebastián Villa errático y Luis Vázquez aislado.

También es destacable que Talleres hizo poco para merecer el triunfo ante este pobre Boca. Si bien dispuso alguna chance de gol en los pies del uruguayo Michael Santos, no logró arrinconar a Boca ni siquiera en superioridad numérica, después de la expulsión de Juan Ramírez.

Boca no jugó bien, pero se impuso en los penales.

Así, con más roce que pelota al pie, el encuentro fue emotivo pero el espectáculo dejó mucho que desear. El juego fue muy cortado, ambas áreas quedaron lejos y, lógicamente, el 0-0 no se movió en el marcador.

Entonces, apareció en los penales Agustín Rossi, la gran figura del “Xeneize” en esta Copa Argentina. El arquero le detuvo el disparo a Héctor Fértoli, al tiempo que los cinco pateadores de camiseta auriazul cumplieron: Marcos Rojo, Carlos Izquierdoz, Cristian Pavón, Agustín Sández y Eduardo Salvio.

Boca obtuvo su cuarto trofeo de Copa Argentina.

Y Boca fue puro festejo. A pesar de un semestre con más frustraciones que alegrías, el “Xeneize” mostró su personalidad y cerró 2021 con una nueva Copa para brindar. La autocrítica quedará para otro día.