Boca necesitaba sacar su temperamento, su chapa histórica y su mejor repertorio para imponerse en su visita a Santos en Vila Belmiro, por la vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores, tras el 0-0 de la ida. Lejos de cualquiera de esas cualidades, el equipo de Miguel Russo estuvo desconcentrado, ingenuo, desequilibrado, temeroso y, sobre todo, falto de carácter.

Soteldo celebra el segundo gol de Santos.

El doble cinco argentino, integrado por Diego González y Jorman Campuzano, no marcó ni distribuyó. Por las bandas, los extremos Eduardo Salvio y Sebastián Villa se mostraron nerviosos y perdieron más de lo que ganaron. Con este mediocampo totalmente superado, los laterales se vieron desbordados por los inquietos Marinho y Yeferson Soteldo.

Ante esta llamativa “serenidad” de Boca en un partido tan decisivo, Santos, sin necesidad de mostrar su mejor repertorio, hizo todo fácil y dominó el juego desde el principio hasta el fin. Diego Pituca abrió la cuenta a los 16′ y, en el comienzo del complemento, Soteldo (49′) y Lucas Braga (51′) definieron el 3-0.

Y Boca no reaccionó. Al margen del sacrificio de Carlos Tevez y alguna situación aislada para descontar, el resultado final nunca estuvo en riesgo. La infantil expulsión de Frank Fabra (56′), a pura impotencia, terminó de enterrar las últimas esperanzas de un “Xeneize” que, en esta ocasión, no estuvo a la altura.

Fabra, de muy bajo nivel, se fue expulsado por esta agresión.

El mundo del fútbol esperaba un nuevo Superclásico en la final de la Libertadores, pero se deberá “conformar” con un duelo de potencias brasileñas. Santos y Palmeiras, los dos mejores equipos del torneo, definirán al nuevo campeón de América el próximo 30 de enero, en el Maracaná.

Resumen de Santos 3 – Boca 0: