• Andrés Saslavsky, ex guía de Fútbol Argentino
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Desde la profesionalización del fútbol, Argentina ha sido una fuente inagotable de jóvenes talentos, al punto que las selecciones menores transandinas siempre fueron motivo de envidia y admiración en todo el planeta.

Los números avalan esta afirmación: la “Albiceleste” ostenta el récord de mayor cantidad de títulos en Mundiales Sub 20, con seis copas en las 22 ediciones disputadas, desde 1977 hasta la actualidad.

Argentina se quedó con la gloria en 1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007. ¿Cuál de esos equipos dejó un mejor recuerdo?

Japón 1979

Aquel combinado nacional juvenil fue la extensión del campeón del mundo de mayores en 1978. No por los nombres propios, por supuesto, sino por el estilo de juego impuesto desde el banco de suplentes por César Luis Menotti.

De la mano de Diego Maradona y Ramón Díaz, Argentina no tuvo rival que pudiera hacerle frente. En los seis partidos disputados, anotó 20 goles y recibió sólo dos. Un equipo imparable.

Maradona celebra su gol en la final ante Unión Soviética.

Qatar 1995

Fue la carta de presentación de José Pekerman como estratega. Con un extraordinario nivel individual y colectivo y con el Fair Play como fundamento, el equipo argentino fue de menor a mayor en el certamen y se abrió camino entre las grandes potencias.

Como dato llamativo, cabe destacar que no fue un plantel con nombres que hayan trascendido hacia la selección mayor, a excepción de Juan Pablo Sorín. Sin embargo, ese triunfo 2-0 en la final ante Brasil se convirtió en un suceso inolvidable para la historia del fútbol transandino.

El primer título de Pekerman fue en 1995.

Malasia 1997

A la experiencia lograda dos años antes en Qatar, Pekerman le sumó al equipo una generación de futbolistas exquisitos. Juan Román Riquelme, Pablo Aimar, Esteban Cambiasso, Lionel Scaloni, Diego Markic, Leo Franco y Walter Samuel formaban parte de un plantel repleto de estrellas incipientes.

El fútbol atractivo de Argentina dejaba en evidencia que los jugadores, a pesar de su juventud, gozaban de cierta trayectoria. No es casualidad: varios de ellos ya eran titulares en sus respectivos clubes.

Las trabajadas eliminaciones a Inglaterra, Brasil e Irlanda dejaron la mesa servida: en la final, tras arrancar en desventaja, la “Albiceleste” dio vuelta el partido (2-1) y se quedó con el tricampeonato.

Riquelme, Aimar y Markic, los líderes del campeón en Malasia.

Argentina 2001

En casa, el título no se podía escapar. Y mucho menos cuando comparten un mismo vestuario Javier Saviola, Andrés D’Alessandro, Maximiliano Rodríguez, Leonardo Ponzio, Nicolás Burdisso, Fabricio Coloccini, Wilfredo Caballero y Leandro Romagnoli.

No hubo equivalencias entre el equipo local y el resto. El elenco de Pekerman ganó los siete partidos sin dejar dudas, con 27 goles a favor y 4 en contra. Además, Saviola rompió todas las marcas, con 11 goles a lo largo del certamen. Una máquina.

Un equipo inolvidable.

Holanda 2005

Será recordado como el certamen en el que Lionel Messi le mostró al mundo de lo que es capaz. Tras una primera fase irregular, el equipo que dirigía Francisco Ferraro se acomodó y se abrió paso ante rivales temibles.

Argentina ganaba sus partidos angustiosamente, varias veces sobre la hora, pero nunca renunciando a su juego. El doblete de Messi en la final contra Nigeria dejó en claro quién fue el goleador y mejor futbolista del Mundial.

La estrella incipiente del Barcelona no jugó en soledad: Acompañaban otros jóvenes destinados a la selección mayor: Fernando Gago, Lucas Biglia, Pablo Zabaleta y Ezequiel Garay, entre ellos.

Messi, la gran estrella en Holanda 2005.

Canadá 2007

El último título mundial Sub 20 de Argentina llegó de la mano de un imparable Sergio Agüero, secundado por Ángel Di María, Mauro Zárate, Sergio Romero, Lautaro Acosta, Maximiliano Moralez, Gabriel Mercado y Éver Banega.

Bajo la dirección técnica de Hugo Tocalli, el equipo disputó verdaderas batallas en el césped canadiense. Tras un durísimo triunfo 3-0 ante Chile en semifinales, la “Albiceleste” sudó para vencer agónicamente a República Checa y alzarse con el hexacampeonato.

Agüero, la figura del certamen, levanta el trofeo del Mundial de Canadá.