La historia de Fran Alonso, DT del Celtic femenino, es de esas tramas que son imposible no aplaudir o por lo bajo admirar.

Y es que más allá de que Alonso hoy goce de un reconocimiento a nivel continental en el mundo del fútbol, sus inicios distan bastante de su presente.

“Yo era jardinero en el Ayuntamiento de Alcorcón, pero también un obsesionado del fútbol”, destaca el medio Relevo, donde cuentan cómo evolucionó la vida del DT.

“En lugar de salir los fines de semana, me quedaba jugando al PC Fútbol o al Football Manager con mis amigos. Me pedí una excedencia y me marché donde estaba la mejor Liga del mundo, la Premier, y busqué en Google: ¿Cuál es el mejor clima en Inglaterra? Me apareció Bournemouth y para allá fui. Yo no hablaba inglés. Empecé de señor de la limpieza, limpiando váteres y aspirando alfombras”, recuerda el español, quien asegura que tras años de esfuerzo “Hoy soy un hombre feliz”.

Sobre cómo inició su “partido” personal en Inglaterra, Alonso cuenta que tardó algunos años en aprender el idioma, lo que ya concretado le permitió ofrecerse como voluntario para entrenador de categorías infantiles.

“Recogía los balones sólo para escuchar y hacer oído. También me puse de voluntario como árbitro con los niños para aprender. Un año después, pedí trabajo como entrenador en el centro deportivo que trabajaba en Bournemouth, pero significaba pasar de 5 pounds/hora a 10 y me dijeron que a mí no me iban a entender los niños con el idioma”, cuenta el DT, quien, y como siempre en su vida, al ver un problema, buscó una solución.

Fran Alonso en el Everton, justo pegado al marcador.

“Monté una escuela con un amigo, al principio perdiendo dinero, pero a los dos meses se hizo cierto nombre en la comunidad, con unos 200 chavales, y mandé un currículum para trabajar en la Fundación del Southampton”.

Meses después de arribar a la institución, llegó el llamado que siempre esperó: “Me pidió Nigel Adkins, que subió de la League One a la Premier al equipo, que hiciera de traductor de Gastón Ramírez, un uruguayo que venía del Bolonia. Necesitaba una persona que hablara castellano y que manejara el vocabulario futbolístico. Firmé un contrato por tres meses”.

Pero su ascenso mejoraría todavía más, ya que recaló en el Southampton Mauricio Poccetino, DT que le permitió seguir siendo asistente en el primer equipo.

“Desde ese momento, fui el primero en llegar y el último en irme. Estaba en la mejor universidad del mundo y todos los días junto a Mauricio, Toni, Micky y Jesús”, recuerda Fran Alonso.

“Luego vino Koeaman dos años y de ahí nos fuimos al Everton”, club en el que Alonso pudo meterse en el fútbol femenino y sumar experiencia para luego pasar al Celtic, en donde poco a poco se fue profesionalizando el balompié para mujeres.

Sobre su experiencia como DT del Celtic femenino, el entrenador destacó la última temporada, en donde jugó partidos hasta con 15 mil espectadores.

“Nos vieron 400.000 espectadores por la televisión y marcamos el empate en el 97. Luego salí en los periódicos y las teles por el cabezazo que me dio uno de los asistentes del Rangers”, relata.

“En cuatro años hemos hecho historia cada año y perdiendo también a las mejores jugadoras cada año”, señala con orgullo el DT, quien agrega que varias de las pupilas que ha tenido en el Celtic han terminado recalando en importantes clubes de Europa, lo que demuestra que su trabajo está teniendo frutos.