Una de las pasiones más recurrentes de los futbolistas que militan en las grandes ligas del mundo son sin duda alguna los autos de marca, como los Ferrari. Los modelos millonarios y obviamente lujosos.

Tan así que si es que se realiza un análisis a modo de noticia respecto a la relación de este tipo de deportistas y los autos de lujo la noticia sería quienes no tienen vehículos costosos.

Y lo cierto es que ejemplos de casos existen. Uno de estos es el futbolista Adel Taarabt, marroquí de 33 años con pasos por el Lens, Tottenham, Queens Park Rangers, Fulham, Benfica, AC Milán y Genoa.

Adel Taarabt.

La historia de Adel Taarabt es notable, ya que se trata de un futbolista que supo estar en la cúspide del balompié mundial, en equipos que prácticamente le proporcionaban todo tipo de comodidades y que de un momento a otro cambió su estilo de vida.

En concreto, Taarabt fue uno más de los futbolistas que en su garaje tuvieron un lujoso modelo de la marca Ferrari. Un modelo muy acorde al estilo de vida de millonario que llevaba estando en la Premier League.

Sin embargo, luego vino un hecho que le hizo cambiar y ocurrió cuando fue traspasado al Benfica de Portugal.

Adel Taarabt en el Tottenham de la Premier League.

“Cuando llegué al Benfica, vi a los chicos de 15 años, ¡quedé impactado! Son los primeros en el gimnasio. Después del entrenamiento, en el gimnasio. Los portugueses tienen la mejor mentalidad”, comentó el volante marroquí en una entrevista concedida al medio 90Football.

“Cuando llegué al parking, ¿sabes qué coches vi? Peugeot 307, 407… ¿Sabes cómo vestían? De Adidas, Nike y patrocinadores. Nada de Givenchy, Balmain o Dolce & Gabbana. Vendí el Ferrari, compré un Mercedes Clase A, ¡Qué vida! Fue magnífico, vida sencilla”, agregó el marroquí respecto al hecho que cambió su perspectiva de la vida en cuanto a tener o no vehículos de alta gama.

Una experiencia enriquecedora para el volante, quien hoy en el ocaso de su carrera milita en el Al-Nasr SC de Dubái. Acá, ya con una vida todavía más reposada que cuando vivía en Portugal.