El nombre de Jenny Montaño logró un lugar especial en la historia del fútbol boliviano y del “Planeta fútbol” recientemente luego de lograr una verdadera hazaña en el balompié del país altiplánico.

Y es que Montaño, en su condición de presidenta del Independiente Petrolero, logró que su equipo subiese de la Segunda División a la Primera y que luego alzara el título de campeón de esta última.

Después de 17 años en la B del fútbol boliviano, el Independiente Petrolero alcanzaba la gloria a nivel local, en tan solo una temporada y de la mano de una mujer. Un detalle que obviamente ha captado la atención de futboleros de distintas latitudes.

“Con base en el trabajo, humildad, sencillez, amor a lo que uno sabe hacer, la dedicación de los jugadores y del cuerpo técnico, el cumplimiento de los dirigentes, es este logro”, señaló Montaño, la primera presidenta de un club de fútbol boliviano en gritar “campeón” en el balompié de ese país.

Con 37 años, Montaño es una acérrima hincha del Independiente Petrolero. De hecho, confesó que la definición del fútbol boliviano la vivió como si hubiese uno más de los hinchas de cuadro capitalino.

Ahora, Montaño es todo un personaje en la ciudad de Sucre, donde es propietaria de una farmacia, su familia tiene una empresa de catering y además es concejal. A esto se le sumó su labor, hace cuatro años, de tesorera de Independiente Petrolero, luego el cargo de secretaria y finalmente en el 2020 el ascenso a la presidencia del equipo.

Una hazaña de Jenny Montaño, quien logró sacar campeón a un club que tiene un presupuesto mensual de 85 mil dólares. Una cifra minúscula frente a equipos como el Bolívar o el The Strongest, que utilizan una cantidad similar para comprar tan solo un jugador.