Si antes de la irrupción de la internet para los investigadores de la sexualidad era demasiado difícil obtener resultados concretos sobre este tipo de conductas, afectando o mermando los estudios, actualmente para quien sepa analizar datos de búsqueda y tendencias es todo un campo fértil.

Sitios de pornografía como Pornhub o los mismos datos que maneja uno de los principales motores de búsqueda como Google son oro puro para los científicos que estudian el comportamiento social, sexual y emocional del ser humano.

Uno de esos científicos es Seth Stephens-Davidowitz, autor del libro “Everybody Lies: Big Data, New Data, and What the Internet Can Tell Us About Who We Really Are”, quien ha estudiado por años las diferentes conductas que tiene un usuario frente a las búsquedas de contenidos en la red.

A lo largo de los años que ha durado su investigación, Stephens-Davidowitz ha ido revelando importante información sobre el análisis de las búsquedas de pornografía y sexualidad, destacando que existe una gran brecha entre el decir y el hacer.

O en término más claros, no todas las personas dicen lo que les gusta en el plano sexual, ya que eso no tiene coherencia con su comportamiento en línea.

Stephens-Davidowitz asegura que en términos generales, los datos analizados muestran que existen muchos más hombres homosexuales de lo que se piensa, ya que las tendencias de búsqueda apuntan a mayor consumo de ese material por hombres que lo que revelan los estadísticas de encuestas.

Stephens-Davidowitz, el investigador.

Otro dato revelador es que hombres prefieren a mujeres con sobrepeso a las mujeres delgadas, un estereotipo mucho más ligado al gusto común de los hombres de la boca hacia afuera, ya que les cuesta admitir que su gusto no vaya por el lado de las siluetas perfectas.

En cuanto a las mujeres, gran parte de ellas, en especial las casadas, están más preocupadas de saber si su esposo es gay o si tiene conductas que revelarían esa tipo de gustos homosexuales.

Otros datos a tener en cuenta es que las mujeres heterosexuales ven mucha pornografía con contenido lésbico; y que paradójicamente el contenido para adultos que muestra violencia contra las mujeres es mucho más popular entre las mujeres que en los hombres.

La explicación que entrega Stephens-Davidowitz enfatiza que las personas tienen miedo de actuar en el mundo real de acuerdo a sus verdaderos deseos, en especial cuando éstos son políticamente incorrectos

“Por ejemplo, estoy seguro de que una gran cantidad de hombres se ven más atraídos por mujeres con sobrepeso que por mujeres delgadas, pero intentan salir con mujeres delgadas para impresionar a sus amigos y familiares”.

Una nueva patología

El investigador recalca que eso es una nueva forma de patología social, que vendría a ser una especie de confusión masiva, ya que son muchas las mujeres que hacen grandes esfuerzos para permanecer delgadas y así conseguir pareja, pero sus parejas en realidad están más atraídas por cuerpos más voluminosos.

Otro dato llamtivo que entrega la investigación es que en la India los hombres buscan más que en ningún otro lugar del mundo, videos de adultos siendo amamantados, mientras que las mujeres buscan en Google “Mi esposo quiere que lo amamante”. En tanto, en Japón hay una tendencia de búsqueda de más del 10% de hombres que le interesa el “cosquilleo” en vez de las relaciones sexuales.

En términos más globales sólo el 20% del total consume pornografía sobre sexo vaginal que conlleva a orgasmos entre dos personas heterosexuales que puedan tener un bebé, mientras que el otro 80% se divide en porno de caricaturas, sexo anal, sexo oral, sexo con los pies, incesto, porno de la tercera edad, porno animal, sexo con objetos.

Dichos antecedentes hablan de que el sexo no se trata sólo de la reproducción. “Probablemente el 30% de las personas ven exclusivamente porno que te parecería desagradable”, concluye Stephens-Davidowitz.