Cirugías para delinear el abdomen a la medida: ¿Un “six pack” o una “barra de chocolate”?
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- Carlos Brito
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Hace algún tiempo se instauró una peligrosa y adictiva moda en Estados Unidos y Europa, que en la actualidad terminó por imponerse en algunos países de la región, debido a la eficacia de sus logros estéticos. Aún cuando para quedar satisfecho con los resultados se debían sortear reales problemas físicos en la recuperación.
Se trata de las famosas intervenciones quirúrgicas que se realizan para conseguir el efecto “six-pack” o “barra de chocolate” en el abdomen.
La intervención se ha convertido muy popular entre aquellas personas que no pueden dejar las comodidades y asumir un rutina de incontables sacrificios, especialmente ahora que dicha cirugía estética permite eliminar la grasa almacenada en puntos concretos del cuerpo, ideal para lucir la un abdomen perfecto y tonificado.
Es así como un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina “Leonard M. Miller” de la Universidad de Miami han desarrollado una nueva técnica de cirugía plástica y que fue publicada en la revista científica “Plastic Reconstructive Surgery”. El procedimiento quirúrgico para obtener el abdomen perfecto se llama técnicamente “grabado abdominal”.
El método consiste en la liposucción de la grasa en partes muy específicas, una técnica apoyada en la aspiración de los depósitos de grasa subcutánea mediante un tubo vibrador para que luego un cirujano plástico pueda ir cincelando la piel como si se tratase de una escultura hasta acentuar las líneas musculares abdominales naturales del individuo.
La operación, que obtuvo gran popularidad en el Reino Unido, ha vuelto a instaurarse con más fuerza en Europa y Estados Unidos, sobre todo en los países donde el estilo de vida consumista y el culto a la imagen también, pero bajo el manto del sedentarismo.
De acuerdo al escrito científico, los pacientes pueden escoger entre un aspecto más definido como un atleta de alto rendimiento o uno más natural y suave. Eso sí, se advierte sobre los riesgos de caer en la tentación de elegir un abdomen muy pronunciado más parecido a una “barra de chocolate” que a algo más acorde a la condición física.
En la publicación se detallan también problemas asociados como que al ser sólo una operación, sin cambio de estilo de vida o cultivo de hábitos alimenticios, no se traduce en ningún sacrificio ni voluntad en obtener buenos resultados mediante la actividad física. Además que la cirugía también puede acarrear problemas en el sistema nervioso y muscular. Sin incluir las infecciones.
Antes de someterse a la operación es necesario un completo chequeo médico y físico como la altura, el peso y el índice de masa corporal (IMC), junto con el historial sanitario del paciente, poniendo especial cuidado en los que se sometieron a una cirugía plástica anterior, pues corren el riesgo de desarrollar necrosis o la muerte de la piel.
El artículo detalla que el procedimiento requiere una recuperación total de entre dos a tres meses y la inflamación dura las dos primeras semanas posteriores a la operación.
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