Aunque hay que partir aclarando que una ruptura, fin o quiebre amoroso es un momento triste y delicado en la vida de una pareja, sí existe mucho interés de parte de la ciencia por darle sentido investigativo a ese tipo de desavenencias.

Lo natural en una separación de parejas es que se acabe el sentimiento conocido como amor y que ya no existan los “mínimos comunes” para una normal convivencia.

Sin embargo, los motivos del quiebre pueden ser muy variados y provocados por distintas causas, pero existen dos patrones claramente definidos: Se acaba el amor o, de lo contrario, los caminos de la pareja van separados.

Independiente de la causa que genera el distanciamiento lo preocupante para la ciencia es comprender la gestión de las emociones, estados y sentimientos, en general cuando sucede un evento disruptivo afectivo de este calibre.

Una recopilación de investigaciones publicada por “Psychology Today” habla de los efectos que genera la ruptura que afectan de forma distinta a hombres y mujeres, partiendo por los estereotipos y conductas frente al sufrimiento, la nostalgia y el desapego, por nombrar algunos.

Como explica los equipos investigadores en “Psychology Today” el primer mito que la ciencia tira abajo es que “los hombres, aburridos por las limitaciones de la monogamia y la domesticidad, abandonan sin corazón a su pareja”, lo que quiere decir que los hombres disfrutan la soltería y libertad sin sufrir tras una ruptura.

Según el estudio publicado online, no siempre es así: “Los hombres anhelan las relaciones tanto como las mujeres. Es más, las mujeres acaban superando con mayor facilidad la ruptura y, a la vez, las mujeres inician más rupturas que los hombres”.

En cuanto al plano emocional, los hombres sorpresivamente pueden generar mayor dependencia hacia la pareja y en su entorno cercano no tener tanto apoyo como lo tienen las mujeres, por lo que su realidad en el caso de una ruptura puede ser más complicada.

Además, los hombres tendrían mayor dificultad para controlar y comunicar los sentimientos, ya que no quieren parecer ni mostrarse vulnerables ante los amigos o ante aquellas personas que puedan apoyarlo en dicho momento.

En el mismo estudio, sólo 39% de mujeres afirmaron que hablarían antes con otras personas que con sus parejas sobre el tema de una ruptura, siendo mucho más confiable su entorno o red de apoyo, la cual es crucial para afrontar una separación.

Otro de los resultados del estudio dice que los hombres son más felices dentro de una relación que las mujeres, por lo que cuando se inicia una ruptura presienten que perderán más que su pareja, ya que todo tipo separación estaría vinculada a peor salud física y mental.

“Estos efectos negativos para la salud no son triviales, pero los hombres son más propensos a desarrollar pensamientos suicidas después de una separación”. aseguran los estudios.

Obviamente la publicación no quiere afirmar que los quiebres sentimentales no sean también difíciles para las mujeres. Todo lo contrario, les afectan y mucho, pero los efectos negativos pueden ser más fuertes para los hombres, por la falta de comunicación y dificultad para buscar apoyo que el género femenino.