Zoom deportivo

La dupla histórica de Sergio Livingstone y Pedro Carcuro ya no irá como la conocemos tras anunciarse el fin de Zoom Deportivo.

No es fácil que un programa de tanta envergadura, especialmente emocional y nostálgico para tantas generaciones, se acabe tras 26 años al aire. Menos que un programa polideportivo señero de la televisión chilena se haya mantenido en pie por tantos años, luego de sufrir las serias embestidas del rating, del horario y de la competencia y que sus ejecutivos lo dejen morir así como así. No es fácil el fin de Zoom Deportivo.

TVN le bajará el telón tras un cuarto de siglo en pantalla a “Zoom Deportivo” y aunque si bien es cierto, en la última época estuvo de capa caída, me niego a olvidar esos trasnoches de gloria con los recuentos de los partidos del fin de semana, las jugadas polémicas, los mejores y peores goles y las entrevistas en profundidad que hicieron que el programa se haya convertido en un clásico de la TV.

Las razones para el fin de Zoom Deportivo son el desgaste del formato y la caída de audiencia en una franja cada vez con más competencia. La promesa de TVN es que el nuevo programa, de estilo y formato muy similar a los noticieros argentinos será mejor, pero no es lo mismo (no diga copia, diga inspiración ajena). Por mucho que los ejecutivos se empeñen en hacérnoslo creer.

El programa que vendrá no tendrá lo más importante que la televisión actual está perdiendo: pertenencia e identidad. Zoom Deportivo marcó un antes y un después en el tratamiento del deporte, del fútbol y, por que no, en la emotividad generacional y la conexión con la gloria deportiva.

El Mundial de México 86 con un Diego Armando Maradona interestelar; los primeros goles de un filudo Iván Zamorano en Europa; las Olimpiadas de Seúl con la gesta plateada de Alfonso de Iruarrizaga; el “Cóndor” Rojas y el Maracanazo; la epopeya de Colo Colo en la Copa Libertadores de América; la sub 17 en Japón; la irrupción del Matador y el fin de los 25 años de sequía de la U; el top one del “Chino” Ríos; el Mundial de Francia y la coronación de la dupla “Za-Sa”; la dupla dorada Massú y González en Atenas; y Bielsa y sus pichones en Sudáfrica fueron hitos no sólo por su trascendencia, sino que también porque fue el Zoom Deportivo quien se encargó domingo a domingo de inmortalizarlos y hacernos esa conexión afectiva con la victoria.

¿Habrían sido distintos estos triunfos si se les hubiera dado un tratamiento periodístico diferente? Nunca sabremos eso, pero Zoom Deportivo fue un referente generacional, un programa que muchos intentaron imitar y competir, pero que siempre salió con los brazos en alto.

En fin, podríamos enumerar muchos más momentos gloriosos en la historia de nuestro deporte, que convengamos no son muchos tampoco, pero Zoom Deportivo finalmente cayó por el peso de la renovación, del rating y de una descarnada competencia que pone al glorioso “Sapito” compitiendo cara a cara con una gitana de busto sugerente y dramas insulsos.

Los momentos gloriosos fueron tantos como ver al profesor Mario Gasc dejando en evidencia los “horrores” arbitrales; el día que las viejas escenografías fueron reemplazadas por modernos cromas o cuando el ex capitán de la selección chilena y Racing de Avellaneda apareció disfrazado de Viejo Pascuero con un guión sin chispa, pero enternecedor.

Sin duda, algo se murió dentro de cada uno de los que seguimos y esperamos incondicionalmente por tantos años al “Sapito” Livingstone y a Pietro Carcuro. Qué quieren que les diga, me da mucha pena. Entre esa mezcla de sensaciones y emociones ante el fin de Zoom Deportivo, sólo puedo decir ¡GRACIAS!

El Zoom Deportivo ha muerto, ¡viva el Zoom Deportivo!

Primer capítulo de Zoom Deportivo

Carcuro anuncia el fin de Zoom un día de los inocentes

Sergio Livingstone disfrazado de viejo pascuero