Después de la reciente victoria de la selección española en la Copa del Mundo femenina de Australia-Nueva Zelanda es inevitable ser partícipe de un debate que ha puesto en el tapete la calidad y rendimiento del fútbol femenino en comparación con sus pares masculinos en términos de calidad y rendimiento.

Un análisis somero y visceral podría acabar con cualquier discusión sobre la supremacía varonil sobre la femenina, sin embargo, diversos estudios y análisis científicos demuestran que esta percepción está lejos de la realidad.

A pesar de las comparaciones, e incluso el menosprecio generalizado, el reciente torneo mundial femenino permitió posicionarse no sólo a España como la merecida campeona sino que demostrar la valía de las jugadoras en el terreno internacional que ya cuenta con los liderazgos de Estados Unidos, Alemania, Noruega, Brasil y Japón.

La calidad y el talento están presentes en ambos géneros, la ciencia ha salido a lidiar en esta disputa. Diferentes estudios han analizado el rendimiento en el fútbol femenino y masculino, arrojando resultados sorprendentes.

Por ejemplo, un estudio de la compañía sueca Spiideo que fue presentado durante el Mundial de Fútbol Femenino reveló que, si bien existen diferencias en el juego, la calidad no es inferior en el fútbol femenino.

En términos de jugadas y análisis táctico, el estudio destacó que las mujeres son más arriesgadas en los pases, con una media de longitud de 3,7 metros. Se hizo un paralelo de la última Eurocopa Femenina, en comparación con los 2,5 metros en el Mundial Masculino. Además, las mujeres interactúan más con sus compañeras y cometen menos faltas, lo que genera jugadas más largas y emocionantes.

En términos de resultados, el fútbol femenino también se caracteriza por tener un 30% menos de posibilidades de terminar en empate, lo que lo hace aún más emocionante para los espectadores.

Sin embargo, así como existen sorprendentes datos también existen barreras que limitan el desarrollo del fútbol femenino. Un estudio realizado en 2022 reveló que las futbolistas femeninas reciben menos sesiones de entrenamiento de fuerza y acondicionamiento en comparación con sus contrapartes masculinas.

Además, otro dato relevante tiene que ver con los entrenadores de fútbol femenino, quienes tienden a tener menos experiencia, lo que afecta la preparación física de las jugadoras.

Otro de los puntos que hace complicada la irrupción femenina es el acceso al fútbol desde una edad temprana. Para las niñas es más complicado acceder a oportunidades de entrenamiento y desarrollo, lo cual es un importante sesgo de género ya que las niñas enfrentan más dificultades para involucrarse en el fútbol en comparación con los niños.

Además, algunos estudios demuestran que la sociedad también tiene un sesgo de género en la percepción del fútbol, siendo las evaluaciones significativamente más altas cuando un hombre anota un gol en comparación con una mujer, lo que demostraría que las enormes diferencias sociales y culturales que enfrentan las jugadoras de fútbol femenino.

Dicho esto, las seleccionadas españolas han logrado no sólo levantar el mayor trofeo posible en la categoría naciones, demostrando excelencia en el campo de juego, lo cual ha sido ratificado por la ciencia, destacando que la calidad y emoción que le imprimen a cada juego merece un reconocimiento y apoyo continuo.