La década de los ochenta fue muy prolífica en creaciones dramáticas, especialmente en la televisión chilena. Fruto del legado del dramaturgo Arturo Moya Grau, en las pantallas nacionales se podían ver año tras año producciones con guiones originales y adaptados de excelente factura.

Fue en medio de ese movimiento artístico que nació la carrera de Carolina Arregui, quien irrumpió en las telenovelas de Canal 13 con un explosivo éxito, en especial en “Ángel Malo” (1986) siendo la musa que necesitaba la estación católica para poder liderar los esfuerzos creativos de sus guionistas.

Por su parte, el canal estatal también trabajaba por consolidar su área dramática, pero le faltaba una estrella más joven que la magistral Sonia Viveros para lidiar con la fama y talento de Arregui. Y así fue como apareció la actriz Nancy Paulsen Carrasco, que debutó en la teleserie “La Villa” en 1986, misma época donde Carolina Arregui arrasaba con su papel de “Nice”.

Con unos ojos verdes intensos y una belleza especial, lentamente Paulsen se posicionó como la carta de éxito de televisión nacional, cumpliendo destacados roles en los clásicos “Mi Nombre es Lara” (1986) y la recordada “Bellas y Audaces” (1987), ambas dirigidas por Ricardo Vicuña.

En “Bellas y Audaces” alcanzaría los niveles de popularidad que la llevaron a protagonizar la más recordada de sus apariciones: el rol protagónico de la teleserie de época “A la Sombra del Ángel”, ambientada en los años 40, 60 y 80.

Paulsen personificó el rol de “Isabel Torreblanca”, una romántica y sufrida aristócrata que tuvo que luchar durante cuarenta años para conseguir el amor de “Humberto Valle” (Remigio Remedy). Incluso, cuando la historia se sitúa en los años 80, Paulsen dejó su papel a Peggy Cordero y ella encarnó a la nieta de su propio personaje, Claudia Rossen.

En esa teleserie y en el pináculo de su carrera, la actriz conoció a su actual esposo Pablo Ávila, quien se acababa de integrar al canal como coordinador de piso para trabajar junto a Vicente Sabatini y Eugenia Rencoret. Dos años después de relación decidieron casarse y hoy tienen dos hijas.

Nadie sabe si eso fue determinante, pero tras estelarizar “El Milagro de Vivir” (1990) y “Volver a Empezar” (1991), la pasión por los estudios de Nancy Paulsen fue opacando su fuego actoral, retirándose de las tablas para dedicarse a la psicología especializada en el área infanto juvenil.

Y mientras Carolina Arregui arrasaba con “Marrón Glacé”, ella decidía el camino de los libros. Actualmente, tiene 58 años y colabora con el Grupo de Desarrollo “C.G. Jung Chile”, del cual es miembro. Como una forma de seguir ligada a las teleseries, Paulsen presta asesoría a guionistas, productores y directores para los procesos de casting y elaborar el perfil sicológico de los personajes.

Su curriculum contiene la siguiente descripción: “Analista Jungiana, miembro individual IAAP (International Association for Analytical Psychology). Psicóloga UDP, Magister en Psicología Clínica mención Psicología Analítica Jungiana UAI, Postítulo en Psicología Jungiana: Técnicas Expresivas un camino de Elaboración Simbólica, UAI. Especialista en Sandplay. Psicoterapeuta en consulta privada. Atención adolescentes y adultos”.

Estas son algunas fotos del pasado y presente de Nancy Paulsen: