Si bien hablar de Yamna Lobos es remontarse a los primeras emisiones de “Rojo: Fama Contrafama”, el salto mediático de la bailarina lo dio paralelamente cuando se destapó el romance adolescente con el -por ese entonces- desconocido y virginal Mauricio Pinilla.

Se dice que la relación con el futbolista de Cagliari empezó cuando Yamna debutó en los escenarios de la televisión chilena en un fugaz pero provechoso paso como bailarina por Mekano. En aquel recordado programa juvenil no conoció el glamour ni el estrellato, pero sí al que fuera su primer pololo.

De ahí se fue al programa caza talentos y la carrera de la chica de 29 años dio un salto meteórico como parte de la primera generación, aquella que también supo de Maura Rivera, María Jimena Pereyra, Daniela Castillo, María José Quintanilla y por qué no decirlo de Nelson Mauri.

Su simpatía, espontaneidad y delineada figura se ganaron un espacio. Prontamente se alzó como una de las figuras del programa y también una de las favoritas del Tío conductor Rafael Araneda.

El mismo animador del Festival del Viña fue quien la motivó para que profesionalizara su carrera y transformara aquel talento de mover las caderas y curvilíneas piernas en un gran negocio mediático.

Fue así como se asoció con la actual esposa de Mark González y formaron la bombástica dupla “Las Cocoteras”, cuyo pegajoso hit hizo bailar, cantar y sacudirse a medio Chile. La sociedad duró un tiempo y fue un éxito total en televisión y eventos discotequeros

Junto al creciente suceso Yamna Lobos se vio en la necesidad de aplicar algunas transformaciones en su físico, adelgazó natural y artificialmente, trabajó su cola (actualmente uno de sus mejores atributos) y aumentó el busto con implantes mamarios que la dejaron esculturalmente muy atractiva.

Tal cambio también acrecentó el interés del sexo opuesto, siendo el actor Cristián Arriagada el afortunado que se quedó con su corazón. Lamentablemente tal situación, así como algunos escándalos de pantalones, como con Iván Cabrera, la separaron definitivamente de su amiga y socia del cocoteo.

Tras el abrupto fin del emblema caza talentos de TVN, Yamna Lobos deambuló por muchos programas, incluso Yingo donde fue jurado, aunque su renacer lo vivió al aceptar un nunca comprobado romance con el tenista Fernando González y tras su participación en el exitoso reality Mundos Opuestos, donde ingresó para tratar de hacerle sombra a las voluptuosas Wilma González y Mariana Marino.