Cuando el hambre despierta el mal humor: Estudios dan respuesta a la “ira culinaria”
Guía de: Humor
- Carlos Brito
- Ver biografía
- |
-
Ver más de humor
Es más común de lo que se cree ponerse de mal humor por tener hambre. Lo más probable es que a nivel social todos conozcamos a un persona “hangry”, término en inglés acuñado para las personas que están hambrientas y enojadas.
A lo largo de los años diversos estudios se han preocupado de dar respuesta a un fenómeno incómodo pero no tan inusual, el que definitivamente podría dar solución a una de las tantas incógnitas que esconce el ser humano y que ha derivado muchas veces en conflictos mayores.
Durante el último tiempo la narrativa científica ha tratado de explicar por qué cuando los seres humanos tienen hambre acostumbran a ponerse mal humor.
Y si bien la medicina asumía que la falta de glucosa en la sangre activaba hormonas que surgen en momentos de estrés como el cortisol y la adrenalina, ahora se suma una visión para la alteración de dicho estado anímico.
Sin embargo, más allá de la ira por la falta de comida, existe algo más que una reacción fisiológica ante los niveles bajos de glucosa que surgen frente a la privación de alimentos, lo cual sí puede influir en nuestras emociones.
Un informe elaborado por investigadores de la Universidad de Chapel Hill, en Carolina del Norte (Estados Unidos), el cual ha sido publicado en la revista “Emotions”, profundizó en las posibles causas de este mal humor.
De partida, según los autores de la investigación dicen que el nivel de azúcar en sangre puede influir en nuestro estado de ánimo, no es lo único y es insuficiente para cambiar el ánimo. El mal humor va acompañado de contexto y la conciencia.
Los autores afirman que quienes son proclives a la ira no se centran en sus propias emociones, mientras que se concentran en el contexto que ocurre a su alrededor, situación que condiciona a que magnifique cada detalle y el enojo crezca.
Los estudios que comprobaron dicha teoría son diversos, principalmente verificar la reacción de pacientes con hambre y satisfechos frente a una serie de imágenes para provocar efectos positivos, negativos o neutros.
Las primeras señales mostraron que los participantes que tenían hambre vieron más frecuentemente imágenes negativas frente a los que dijeron cosas positivas y tenían el estómago lleno.
Otro experimento contó 200 participantes, mitad en ayuna y mitad desayunado. A los primeros se les pidió que escribieran un relato neutro, mientras que a los satisfechos se les pidió un tema referido a las emociones mismas.
Sin previo aviso y de forma controlada, se les enfrenta a problemas técnicos con el computador, lo que genera mucha más frustración entre quienes no había tomado desayuno y no habían liberado emociones en los escritos.
Los investigadores concluyeron después de estas pruebas que si el ser humano logra hacerse consciente de sus emociones puede evitarlas o moderarlas, logrando un estado de contemplación y control sobre ellas antes de desatar una reacción de ira, rabia o furia.
Más sobre Humor
-
Checho Hirane aborda críticas que recibió por su posición política y se acuerda hasta de Kramer
“Estaba de moda”, señaló el humorista en referencia a los cuestionamientos que tuvo que aguantar en momentos como el Estallido Social de Chile.
-
¿Qué fue de “Carey Mahoney”, el irreverente oficial de “Locademia de policía”?
A casi tres decadas de su irrupción como un pícaro e irreverente aspirante a policía, la carrera de Steve Guttenberg ha tenido altos y bajos.
-
“The Big Bang Theory”: Realizador culpa a Kaley Cuoco por la peor temporada de todas
Sin duda que para Chuck Lorre, el genio detrás del sitcom de nerds y ciencias, el cambio de look de "Penny" impactó negativamente a la audiencia.
-
¡Sólo para valientes! Memes de fanáticos de las películas de terror para dormirse con una sonrisa
Una selección especial de humor para los más intrépidos exploradores de lo sobrenatural, los maestros de los sustos y los conquistadores de la oscuridad.