Admirado y seguido, Andrea Bocelli se ha transformado en un artista con una historia de vida que es un ejemplo de superación, talento y perseverancia.

Esta mezcla perfecta llevó a que recientemente, el artista llegara al Festival de Cine de Toronto para presentar el documental “Andrea Bocelli: Because I Believe”, que detalla los momentos más emblemáticos de su carrera y de su vida privada.

“Cuando era niño, me consideraban extremadamente miope”, cuenta el tenor italiano en una de las escenas del documental, para luego agregar: “Podía ver todo, pero de cerca. Recuerdo muy bien el mundo que veía en ese entonces. Los colores, las texturas. Todo. ¿Cómo podría olvidar esos recuerdos?”.

Sin embargo, esa aparente miopía, comenzó a complicarse. Así lo plasma en el documental Alberto, hermano del tenor: “Mi hermano Andrea, de 3 años y medio, fue operado 13 veces en Turín por un glaucoma congénito” y luego asegura: “Fue una tortura ”.

Según el relato de Alberto, “a los 7 años, Andrea fue enviado a un internado para personas con discapacidad visual, porque ninguna escuela local lo aceptaba”. Para luego agregar que “solamente venía a casa en vacaciones y durante el año lectivo, íbamos a visitarlo una vez al mes”.

People destaca que en otro pasaje del documental, Bocelli recuerda el accidente que, a los 12 años, lo dejó completa y permanentemente ciego.

“En el internado, solíamos jugar al fútbol y un día me tocó ir al arco. No sé por qué, porque yo no había atajado nunca”, dice. “Y, claramente, esa fue la primera y única vez que me tocó ser arquero en toda mi vida. La pelota me golpeó en la cara y, a raíz del golpe, tuve una hemorragia… El resto es historia”.

Por otra parte, hace años, su madre, aseveró que, siempre se negó a ver en su hijo como un “pobre chico” tras el accidente, actitud que también mantuvo el artista: “Andrea, sobre todo, nunca aceptó ninguna forma de compasión. Siempre decía: ‘¿Para qué tener compasión?’. Lo hemos criado con estos principios. Con valentía. Con mucha valentía”, dijo la progenitora del artista que maravilló a Chile en el último Festival de Viña del Mar.

El éxito

Como era de esperarse, en el documental dirigido por Cosima Spender también se aborda la carrera profesional del cantante, quien revela que tampoco ha sido fácil.

“Sufrí pánico escénico durante muchos años. Un miedo que no se puede expresar con palabras”, revela Bocelli, de 65 años, en el documental. “Una ansiedad incontrolable. Unas palpitaciones terribles que no me abandonaban, ni siquiera en el escenario. Me duraban todo el concierto, hasta el último tema. Esto sucedía porque mi técnica no era perfecta”, dijo.

Pero la situación comenzó a cambiar cuando el cantante conoció a Luciano Pavarotti. “Cuando ensayé por primera vez con este gran artista, me di cuenta de que no le costaba nada. Fue entonces cuando vi que él tenía una técnica perfecta y yo no”, continúa. “Hoy, gracias a la conciencia técnica que he adquirido con mucho esfuerzo, estoy haciendo hincapié en esto con mucho trabajo y ya no tengo ese tipo de ansiedad”, subraya.