La estadounidense de origen ucraniano Oksana Masters, estrella del deporte paralímpico, ganó el oro en la carrera de ciclismo en ruta H5 este jueves, un día después de llevarse también el oro en la contrarreloj de los Juegos Paralímpicos de París 2024.

Desde su nacimiento, la ucraniana enfrentó una serie de desafíos físicos significativos: seis dedos en cada pie, ausencia de pulgares y una pierna considerablemente más corta que la otra, además de la falta de huesos importantes en ambas piernas, lo que complicaba aún más su movilidad. ¿La razón? según los médicos se debió a la radiación liberada por el accidente nuclear de Chernobyl en 1986.

Pero estos dolores no fueron los únicos para Oksana, ya que también debió pasar por tres orfanatos luego que sus padres biológicos la entregaran en adopción a los pocos días de nacer, debido a problemas económicos.

Hasta hoy, la atleta recuerda los días grises en esos recintos. Así lo manifestó en The Players Tribune, donde admitió que aún siente miedo cuando alguien la toca, hay que la hace recordar el ambiente y los abusos que soportó en los orfanatos.

A los 8 años, Oksana fue adoptada por una madre soltera estadounidense, Gay Masters, quien la llevó a vivir a Buffalo, Nueva York.

Pese a que encontró amor y un nuevo hogar, le costó adaptarse. “En el orfanato, asociabas el sueño con el abuso”, confesó en la entrevista.

Un año después, la joven perdió su pierna izquierda debido a las complicaciones derivadas de sus malformaciones, y cinco años después, también le amputaron la derecha.

Sin embargo, fue el deporte lo que le brindó una nueva oportunidad. Primero, fue el remo adaptado. “En el agua, comencé a tener una nueva sensación de libertad y control que me habían arrebatado tantas veces a lo largo de mi pasado”, comentó Oksana.

En 2012, comenzó a instalar su nombre en los ojos del deporte paralímpico al ganar en el remo, junto Rob Jones, la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Londres para el equipo de Estados Unidos.

Pero la joven no se quedaría ahí y comenzó a probar otras disciplinas, como el esquí nórdico y el biatlón. Tuvo éxito en los Juegos de Invierno de PyeongChang 2018, donde se colgó dos medallas de oro en esquí y, en los Juegos Paralímpicos de Invierno de Pekín 2022, conquistó otras tres preseas, dos de oro en biatlón y una más en esquí.
Fue una lesión en la espalda en 2014, que la llevó a aventurarse en el ciclismo paralímpico, donde obtuvo dos medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

Oksana Masters ha demostrado que es sinónimo de resilencia y adaptación, pero sobre todo de esfuerzo, dedicación y pasión.