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El tema de las deportaciones ha generado fuertes controversias en Estados Unidos desde que Donald Trump asumió el Gobierno, por los cuestionamientos que ha recibido la medida en algunos casos.

Como sucede en el caso de Sofía, una niña mexicana de 4 años, quien sufre el síndrome del intestino corto, que le impide absorber los nutrientes necesarios para vivir, por lo que diariamente recibe una terapia intravenosa, de acuerdo a BioBio, de 14 horas en el hospital Infantil de Los Angeles.

Este tratamiento, Sofía solo puede tenerlo en Estados Unidos: “Si la deportan y le niegan el acceso a la atención médica especializada, sus médicos han sido claros al afirmar que morirá en cuestión de días”, declaró la abogada de su familia, Gina Amato.

“Deportar a esta familia en estas condiciones no solo es ilegal, sino que constituye una falta moral que viola los principios de humanidad y decencia”, agregó.

La menor y su familia habían ingresado a ese país a través de un programa humanitario en 2023, pero el Gobierno de Trump revocó el permiso CBP One y ya recibieron el avisó de que deberán abandonar voluntariamente Estados Unidos o serán expulsados.

“Mi hija esta conectada a tubos 14 horas cada noche para sobrevivir. Cuando vivíamos en México, mi hija no mejoró. Ahora, con la ayuda que he recibido en Estados Unidos, mi hija tiene la oportunidad de salir del hospital, conocer el mundo y vivir como una niña normal”, dijo Deysi Vargas en una rueda de prensa.

Un argumento que es reafirmado por el hospital que la atiende en un documento que estipula: “Es imperativo que ella permanezca aquí”.

En este momento la familia se aferra a una carta firmada por 36 congresistas del Partido Demócrata que enviaron a la secretaria de Seguridad, Kristi Noem, para que la medida sea revertida.

“Creemos que la situación de esta familia responde claramente a la necesidad de ayuda humanitaria. Es nuestro deber proteger a los enfermos, vulnerables e indefensos”, indicaron en la misiva.