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Palestina-Israel: ¿Qué efectos tendrá el canje con Hamas?

Tras el anunciado y mediático canje entre Hamas y el gobierno israelí, son interesantes las perspectivas que abren para el Medio Oriente y el proceso de paz.

Antes de realizar cualquier tipo de análisis es necesario recordar que hitos como este se han visto antes. Cierto, con distintos hechos, pero, en el fondo, se trata de hechos simbólicos que han generado la esperanza de ver un acercamiento entre palestino e israelíes.

Revisando la historia, aparecen negociaciones entre Palestina e Israel para resolver asuntos relacionados con prisioneros. Aquello aconteció en 1985 (tres soldados israelíes aprisionados en el Líbano), 1997 (Khaled Meshaal, detenido por Israel) y en 2004 (se liberaron 400 palestinos y cerca de 50 guerrilleros de Hizbullah a cambio de un coronel israelí).

Por eso, el canje de Gilad Shalit a cambio de 1.027 prisioneros palestinos no es un suceso inédito. Aún más, esto permite confirmar dos cosas. Primero, que las negociaciones entre ambas partes han existido en la larga cronología del conflicto palestino-israelí. Segundo, y como consecuencia de lo anterior, acuerdos como estos no son garantía de un proceso de paz.

Israel Palestina

Foto: EFE

El canje de Gilad Shalit no es garantía de un proceso de paz.

Es así que el canje, que ha comenzado el martes 18 de octubre, puede ser interpretado desde otro prisma. No es casualidad que Palestina celebrara como un triunfo la liberación de 1.027 prisioneros. Tampoco es mero azar que Israel festeje la vuelta a casa de Gilad Shalit como si se tratara de una notable victoria.  Esta realidad demuestra que ambas partes llegaron a un acuerdo, pues el gobierno israelí y Hamas entendieron que esta medida les traería positivas repercusiones a nivel interno.

Benjamin Netanyahu enfrentaba un duro momento, no sólo por la presión internacional respecto al tema del reconocimiento de Palestina como miembro pleno de la ONU, sino que por las diversas y potentes manifestaciones de los indignados israelíes. En paralelo, Hamas parecía estar debilitado ante las últimas movidas diplomáticas del hábil Mahmoud Abbas. Tanto así, que a la cúpula de Hamas no le ha quedado otra que iniciar el proceso de reconciliación con Al Fatah, algo que está lejos de ser un entendimiento por “el bien de la causa” y que obedece, más bien, al debilitamiento y aislamiento de Hamas.

Lo anteriormente expuesto permite concluir que más que salvar el proceso de paz, lo que han hecho Netanyahu y Hamas es velar por sus propios intereses. Y, desde esta perspectiva, ¿qué tan positivo puede ser este canje para el proceso de paz palestino-israelí?

Sin duda alguna, más allá de las diversas lecturas posibles, es un paso adelante que Hamas e Israel lograran llegar a un acuerdo. Básicamente, pues en las últimas semanas se habían intensificado los intercambios de ataques entre ambas partes. En cierta medida, es un oasis en medio del complicado escenario que actualmente se vive en Medio Oriente y las zonas cercanas.

Irán ha sido acusado, recientemente, de intentar asesinar a un diplomático de Arabia Saudita, lo cual ha causado que Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita hayan fortalecido su alianza estratégica en el último tiempo. Tanto así, que han elevado el tono amenazante hacia Teherán.

A esto se debe sumar la carnicería que el clan familiar de Bashar Al Assad sigue realizando en Siria, algo que está por explotar. Esto último, pues ya se ha creado un incipiente órgano representante de la oposición siria.

Y, por si fuera poco, aún falta por dilucidar el futuro de Palestina en la ONU.

Por eso, este acuerdo huele más bien a un parche antes de la herida y a un cuidado personal más que al afianzamiento del débil proceso de paz entre Palestina e Israel.

¿Qué ocurrirá en el corto y mediano plazo? El discurso de Gilad Shalit y de los palestinos liberados puede ser relevante, para ver si logran influir en los paradigmas políticos de un lado y otro. En relación al canje, este puede ser, más allá de su maquiavélica lógica, un elemento que pueda jugar a favor de la reconciliación (entre Al Fatah y Hamas y entre Palestina e Israel), pero habrá que ver cuál será la postura de un Hamas que, sin duda alguna, se ha fortalecido gracias a la liberación de 1.027 prisioneros palestinos. También, será interesante conocer la propuesta de Benjamin Netanyahu respecto a la política de colonias.

La gran pregunta, entonces, es saber si el auge en las encuestas traerá consigo la voluntad real de trabajar por la paz. Y eso, sólo está en manos del gobierno de Israel y de Hamas.

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