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Un abuelo fue estafado, pero enseñó la lección más valiosa que se puede recibir: Esta es la historia que conmueve a Internet

Ocurrió en el transporte público y la lección que dio ha sido replicada miles de veces.

Usualmente, concentrados en la micro, vamos sin reconocer nuestro entorno. Muy probablemente, ni siquiera notes a un amigo que esté de pie junto a ti, porque el juego o el video que sintonizas está mucho más interesante.

Mujer ayuda a abuelo con problema tecnológico

El abuelo intentaba por todos los medios escuchar un video en su celular | Imagen: Referencial

Pese a ello, como de costumbre, internet siempre guarda algo bajo la manga que nos invita a creer en la humanidad y en nuestra chilenidad. Y así, de pronto, te encuentras con Paulina y un abuelito que protagonizan una de esas historias que te arrugan el corazón.

Paulina, una joven chilena que viajaba en micro, percibe que un abuelo, sentado delante de ella, luchaba por escuchar un video en su celular.

“Noto que en el asiento de adelante va un abuelito, muy abuelito. Veo que va refunfuñando y rabeando con su celular. Tiene puestos unos audífonos que se saca y se pone una y otra vez, y en su celular un video musical se reproduce y él le da al ‘play’ cada vez con más fuerza, así que asumí que su problema era tecnológico”, escribió la chica a través de su perfil de Facebook.

“Me paré y me senté a su lado de una”, ratificó segura Paulina, con un “¿le ayudo?” en la boca. En eso, recuerda el dilema del abuelo en cuestión. “Sí, mijita. Pucha que mire, quiero escuchar el video con esta lesera y no sé por qué no me funciona. No me suena na”, le refiere.

Explicó que el abuelo, “con toda la confianza del mundo”, le pasa el celular para que se lo revise, momento en que se da cuenta del verdadero fallo. “Fue cuando me di cuenta de que sus audífonos estaban lejos de ser audífonos”, dijo incrédula.

“Era un cable rancio cualquiera dividido en 2, con dos tapones para oídos incrustados, uno en cada extremo y pegados cuidadosamente para parecer audífonos”, detalló Paulina.

Ante esto, la chica rápidamente preguntó al abuelo por los audífonos y este le contó que recién “se los habían vendido en el centro a 10 lucas (unos 15 dólares)”.

“Cuando le expliqué que lo habían estafado, él se lo tomó con humor… pero fue tanta la ira e impotencia que sentí, que se me cayeron 2 lágrimas de la más pura rabia”.

Pero más allá de la anécdota, Paulina resolvió en regalarle sus propios audífonos y aunque al principio el abuelito no los quiso aceptar, se los recibió porque ella lo convenció de que era la única forma en que se quedaría tranquila.

Luego, sucedió lo que a muchos les ha marcado el corazón.

“Los recibió. Me miró directo a los ojos, y con el dedo pulgar de su mano, secó una lágrima que se había quedado a medio camino en mi mejilla, y mientras la secaba me dijo: ‘No llore mijita.  La gente mala está en todos lados, pero la gente buena también”.

Ya la historia ha sido compartida en más de 30 mil oportunidades. En los comentarios, muchos manifestaron su empatía con el acto de Paulina y hasta la invitaron a escribir su propio blog.

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