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En tiempos de pandemia, la rutina y el teletrabajo han obligado a las personas a pasar más de 8 horas diarias sentadas mirando su computador, muchas veces en posiciones que solo entregan dolor e incomodidad, afectando su salud.

Malestares en la espalda y cuello son solo algunos de los efectos provocados por el sedentarismo y la mala postura.

Para el kinesiólogo Francisco Vera Serre, el principal motivo de consulta de los pacientes durante la cuarentena, y ahora en desconfinamiento, son los dolores lumbares y cervicales.

“La mayoría están dados por procesos degenerativos o hernias que ven favorecido su avance debido al alto nivel de sedentarismo y posturas sostenidas durante un largo período de tiempo, como es el caso de trabajar con el computador desde la cama o escritorio”, aseguró.

De la misma forma, advirtió que la complejidad, a la hora de tratar estas lesiones, radica en que las personas no modifican su hábito sedentario: “Por el contexto pandemia en el que estamos, estas lesiones pueden seguir progresando y derivan en más dolor, alteración de la sensibilidad y disminución de la fuerza, los cuales solo podrían ser solucionados de manera quirúrgica”.

Cuello, hombros y espalda son las regiones más afectadas.

Nilio Vera, kinesiólogo y docente de la Universidad Finis Terrae, afirmó que las lesiones más habituales son las tendinopatías en músculos que antes de la pandemia usábamos, síndromes posturales que afectan a los hombros, cuello y zona lumbar y desacondicionamiento de todo el cuerpo por falta de ejercicios, reduciendo la masa muscular y la capacidad respiratoria y cardiovascular.

El especialista sostuvo que estas lesiones provocan dolor en los tendones y articulaciones, ya que estos pierden su capacidad de hacer su función, generando mucho estrés en la zona.

Asimismo, dijo que la reducción de actividad física o el aumento del hábito sedentario lleva a múltiples consecuencias en variados sistemas del cuerpo, como el cardiovascular o respiratorio. 

Otra consecuencia presente en las personas que consultan por este tipo de lesiones es el déficit de vitamina D. “La falta de esta puede afectar directamente al desarrollo y crecimiento de los huesos, además de otros órganos que funcionan utilizando esta vitamina” indicó el docente.

En materia de prevención, Vera Serre recomendó mantenerse siempre activos, realizar ejercicios en el hogar o afuera, si es que tienen la oportunidad, y preocuparse de que este sea guiado y corregido por un profesional evitando generar lesiones por una mala realización de la rutina.

Además recomendó hacer pausas durante las horas de trabajo para moverse por la casa y realizar estiramientos en las regiones que más sufren: cabeza, cuello, hombros y espalda.

Para Nilio Vera, lo ideal es retomar, de manera gradual, el ejercicio destacando que “el movimiento es lo que realmente hace que todas las disfunciones no progresen e incluso vayan en retroceso”.