• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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Es ya una costumbre que el volante de contención surgido en Deportes Melipilla, José Luis Cabión, entienda el poner o dejar todo en la cancha como entrar fuerte a sus rivales desde el primer minuto. El sanantonino vive el fútbol con esa intensidad, jugando al filo o fuera del reglamento además acosa con sus alegatos a los árbitros intentando torcer la evidente realidad.

Algo realmente peligroso pues si falla en el timming o si su temperamento desborda en mala intención podemos vivir situaciones de fracturas que no se ven desde hace tiempo en canchas chilenas.

Foto: El Mercurio

Cabión dio una clase de juego rudo ante la U.

El sábado en Santa Laura contagió a su equipo con un errado fervor en el intento colectivo de evitar el descenso de Cobresal esta temporada, el olfato del técnico Luis Musrri ya entregó una señal respecto de lo que puede esperar el equipo de El Salvador esta temporada: marchar a Primera B desde donde regresó el 2001.

Haciendo memoria encontramos recurrentes ejemplos de jugadores que hicieron pierna fuerte en el fútbol chileno, artistas del juego desleal en el que muchas veces, además de dar, también se recibe. Los guapos de verdad lo hacen en silencio y dejan la ropa sucia en la cancha, sin ventilar situaciones que hoy delatan los potentes micrófonos de las transmisiones televisivas.

Un fuerte equipo 2012 podría formar con el recientemente sancionado Nicolás Peric (Rangers) en la portería; en la zaga una línea de tres de mucho respeto con Luis Fuentes (Coquimbo Unido), Sebastián Roco (Cobreloa) y Diego Olate (O’Higgins); en la zona de corte, un tridente de terror integrado por Moisés Villarroel (Wanderers), Marco Villaseca (Rangers) y José Luis Cabión (Cobresal) con quienes es mejor no encontrarse en un mal día.

En la dirección técnica de este equipo no tan de ficción y sin ofensiva aún podría estar Hernán clavito Godoy con su pizarra y la lectura detallada de las virtudes y defectos del rival. En la banca el irascible Luis Alberto Rogel (Coquimbo Unido) como arquero suplente, los defensas Alvaro Ormeño (Colo Colo) y Cristian Oviedo (Audax Italiano) y otros guapos volantes como Rodrigo kalule Meléndez y Arturo Sanhueza (Deportes Iquique).

En un partido de ficción podrían enfrentarse a juntar leña contra un equipo histórico en el que atajase Carlos Tejas (Coquimbo Unido, La Serena, O’Higgins) en la portería, el argentino Nacho González de tocata y fuga en Chile podría ser su alterno: una línea de cuatro de miedo con José Cantillana (Iquique y Cobresal) por el lado derecho, los centrales Héctor Toledo (Lota Schwager) y chuflinga Herrera y Luis chupete Hormazábal o Lito Rodríguez (todos de Colo Colo) harían escapar a los delanteros de su banda.

Un mediocampo con mucha experiencia en el arte del codazo y la pierna fuerte como Elvio Porcel de Peralta (Rangers y Wanderers), Nelson Acosta (Everton y O’Higgins), Raúl Ormeño (Colo Colo) y Hugo Solís (Universidad Católica, Rangers) y suplentes como Freddy Bahamondes (San Luis), Mauro Meléndez (O’Higgins), Luis chiqui Chavarría (Concepción, Huachipato y Fernández Vial), Mario Lepe (Universidad Católica), Luis Musrri y Víctor Cancino (ambos de La U).

Y una delantera conformada por dos incontenibles jugadores: Juan candonga Carreño (Deportes Concepción, Huachipato y catorce equipos más) y Miguel Angel el loco Gamboa (Audax Italiano, Lota Schwager, Colo Colo, UAG y América en México y Universidad de Chile). Podrían ingresar por ellos dos asiduos visitantes del tribunal de penalidades como Nicolás Tagliani (Palestino, Cobreloa, Colo Colo y otros doce equipos) y Jaime Carreño (Iquique).

Un partido como para que lo dirigiera árbitros de gatillo fácil como el argentino Javier Castrilli o el chileno Alberto Martínez, encuentro que no llegaría a su término en noventa minutos.