• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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Ha sido un buen año para la U en algunos aspectos corporativos, como la difusión de la U en regiones extremas (Iquique, Isla de Pascua) pero no respecto de los aspectos futbolísticos o de competencias y tampoco en los temas de financiamiento. Ya se sabe la disminución en alrededor de un tercio del insuficiente fondo para la construcción del anhelado estadio de la U y el chuncho sigue al debe con el rendimiento en las estadísticas futbolísticas.

Hoy la U declara, y la opinión pública cree, que tiene sus chances intactas de alcanzar el título de esta temporada, en circunstancias que enfrenta un escenario muy complicado e improbable para arrimarse al tope de la tabla en las fechas finales.

Eliminada de la reducida Copa Chile 2013 por equipos de segundo orden, tempranamente descartada de las Copas Libertadores y Sudamericana y su quinto lugar del torneo anterior apenas alcanzan para excusar a una plantilla carísima a la luz de sus resultados.

Curiosamente el único logro es haber alcanzado, de la mano de Franco, la anterior Copa Chile (2012-2013). Más allá de los estilos y rendimientos de la dirección técnica del chuncho, la abundante plantilla azul está absolutamente al debe.

En el sistema de comunicaciones del futbol chileno, como los de otras industrias donde la provisión de informaciones hacia la opinión pública son dependientes, tributarias y controladas, las reglas son claras: si hablas bien no hay tema, si criticas se te pone progresivamente complicado acceder a las fuentes, no tienes declaraciones de actores relevantes y si de quienes interesan poco como los “voluntarios” que concurren a las conferencias de prensa, o derechamente se te ve mal y el medio debe obtener informaciones como pueda y sin acceso a recintos clave.

En ese contexto caen las extrañas declaraciones del joven Lichnovsky, mientras los más de veinte jugadores restantes y cuerpo técnico –que esta semana trascendió que asesoró en contra de la UC para Sao Paulo- se retiran  a ventana cerrada del CDA, metiéndose en sus vidas y desconectándose del futbol.

La prensa tiene sus migajas para la edición del día y lo negativo se acumula en la leñera para cuando deba ser usada.

A seis fechas del final, y con una fecha menos por jugar, la U continúa a cinco puntos de los líderes y esta fecha solamente puede descontar, si gana, a Universidad Católica, no a O’Higgins a quien no pudo superar en el trámite y en el marcador como local.

El partido de Iquique, pese a su muy buen resultado, no debe llevar a engaño, los trallazos de Aránguiz fueron una isla dentro del desorden y yerros frente al arco nortino, en un partido desordenado y de bajo corte técnico tener el as de corazones hace la diferencia. Pese a la cantidad de partidos jugados por Charles este año en la U y la selección este año, tenerlo en plenitud para la U es como recibir en la mano un full directamente desde el mazo.