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El viaje de la U a Rancagua

La pasión futbolera desborda el campo de juego dejando datos de la visita a Rancagua. Así es acompañar a la U.

Con el soleado fin de semana a pleno y el sábado en sus primeras horas enfilamos rumbo a Rancagua con la ilusión de ver a la U en una maciza presentación. El viaje con familia y amigos provoca viajar en auto, como tantos que anónimamente sin identificarse sonríen y miran con simpatía bocineando al pasar por el cruce Colón en San Bernardo donde flamean las primeras banderas de la U, cuales tropas imperiales.

Poco a poco a la hora del almuerzo el camino se tiñe de azul, después de la parada por unos chacareros en Paine llegamos al peaje de Angostura, luego del pago advertimos que en la berma se ha instalado la zona del primer control de las Fuerzas Especiales, que obliga a los barristas a desprenderse de todo elemento no permitido por la policía y así poder continuar su viaje acompañando a la U hacia Rancagua.

Hinchas U

Foto: El Mercurio

La hinchada azul sigue al equipo cada semana, tal como lo muestra esta imagen de archivo.

Después de acertar con el camino antiguo pasado La Punta tomamos el acceso a la ciudad histórica adelantando los buses arrendados enchulados, que advertidos por la policía despliegan tímidamente sus banderas reservando los cantos para el recodo sur del estadio El Teniente.

Si llegásemos sobre la hora al estadio muy probablemente nos habríamos perdido la apertura de la cuenta, a escasos 15’ del inicio dos minúsculas cajas atienden al millar de personas que con infinita paciencia y bajo el implacable sol de marzo hacen larga fila en plena calle Almarza.

Al lento y difícil acceso hay que agregar el despliegue de tres controles de acceso dentro del estadio para acceder al antiguo recinto rancagüino, el primero frente a la inspección visual de la policía, dos lengüetas son retiradas por controles separados por escasos metros más un tercero en el acceso a la tribuna que como contraseña corta “a la chilena” una esquina del delgado ticket. ¿No serán algo exageradas tantas precauciones?

Casi al comenzar el encuentro en el acceso a la tribuna un saludo que por algunos años no se produjo en el campo de juego: Pancho Cuevas, estrella de O’Higgins de los setenta –conservando un look juvenil- se saluda con Pato Mardones, gloria de la U, quien también jugó antes en el O’Higgins de Pellegrini luego de regresar desde Europa donde militó en el Saint Gallen suizo junto a Rubio y Zamorano. El hincha azul no olvida a quien de penal le dio el empate de la octava estrella en El Salvador aprovechando de fotografiarse con él.

El Teniente prácticamente lleno en sus discontinuas y antiguas tribunas, con la hinchada azul copando todo el sector sur -a siete mil pesos!- en la popular tribuna Rengo. La última remodelación de la tribuna Angostura privilegió a la barra local, pero este estadio y su comunidad esperan estar al nivel de otras ciudades importantes de nuestro país. Los baños y servicios son de épocas totalmente superadas.

Una vez terminado el partido y la dudosa performance de Osorio junto a sus colaboradores, cuyos errores incidieron en el resultado del partido, se inicia la salida del recinto ordenada por las Fuerzas Especiales –cerca de media hora después de finalizado el encuentro-. El grupo enfila obligatoriamente por calle Freire hacia el sur varias cuadras hasta donde se dispuso la ubicación de los transportes de la hinchada de la U.

El empate y los puntos perdidos dejaron una mueca de fastidio en los hinchas de la U, seguramente alguna cena o asado de noche de sábado pudieron atenuar renovando la ilusión del bullanguero que debe ir por el triunfo este jueves en El Salvador.

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