• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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La U pasó por Temuco y Chillán como un equipo que recuperó sus atributos futbolísticos, derrotando dramáticamente a Católica cuando se jugaba en cancha el pase a la Copa Sudamericana 2013 e imponiéndose a voluntad por largos pasajes del partido frente a Ñublense este fin de semana en Chillán.

¿Qué cambió del equipo lleno de dudas en su rendimiento de comienzos de semestre a ahora?

Con el mismo técnico y su falta de manejo real del plantel aparecieron los caudillos azules para irrumpir en el camarín y fortalecer la feble estrategia de Darío Franco para mantener a la U prendida en la lucha por el título 2013.

De ellos, Pepe Rojas y Johnny Herrera han llevado la voz alta desde el camarín a la cancha y en ella se han prendido y vuelto por sus anteriores rendimientos Lorenzetti y especialmente Charles Aránguiz.

Foto: Photosport

Aránguiz es uno de los puntales de la U.

Charles es un jugadorazo que le sería de utilidad a cualquier equipo a nivel internacional y es muy responsable que la U esté en racha luchando por el campeonato desde atrás en las fechas finales, agazapado a la espera que Unión falle en alguno de sus partidos finales.

Lamentablemente la U necesita no solamente que Unión resbale, sino que pierda los tres puntos de uno de sus próximos partidos –frente a Palestino o Colo Colo- pues los hispanos superan a los azules en partidos ganados y en diferencia de goles, los principales criterios de definición en caso de empate en el primer lugar.

No obstante en el fútbol hay que ser prudentes hasta que los números no digan lo contrario el panorama es muy difícil para la U. Unión se ve sólida en los rendimientos, el chuncho puede ganar los últimos tres partidos y quedarse con las manos vacías en este campeonato 2013.

Al menos consiguió ganar la Copa Chile, su único pasaje posible a la Sudamericana, sosteniendo sus jugadores al técnico probablemente hasta fin de año.

Han sido notorios los desniveles del técnico azul en sus presentaciones con la U, finalmente aparecieron los liderazgos ya citados, los rendimientos de jugadores claves y el tranco goleador que se necesitaba de Duma e Isaac Díaz para poner nuevamente en órbita al chuncho e impedir el ajuste en los presupuestos del CDA para equilibrar las finanzas sin copas internacionales el segundo semestre de este año.

Penosas presentaciones

Si despejamos el aire triunfalista, que probablemente se estrellará con la estrella hispana, cruzada o rancagüina, no podemos soslayar lo hecho por el chuncho este primer semestre con sus penosas presentaciones en frente a Olimpia, con Newell´s como local y especialmente cuando visitó la “perla del norte”, Antofagasta.

La U tiene el consuelo menor de no quedarse fuera de Sudamérica, de tener vitrina internacional nuevamente para que –según su presidente- “vengan no a comprarte jugadores, sino que a quitártelos”.

La pata más coja de la mesa es la definición estratégica de los directivos de Azul Azul respecto de los jugadores que contratan, y también para los que se forman en la U.

Si el dinero es bueno y confiable en su recepción incluso se podría ir transferido el Presidente del Directorio y dejar su oficina del CDA.

Esta exageración grafica que no hay impedimentos para que los jugadores busquen mejores aires como tampoco mayores deseos de ellos de permanecer en la U, ellos se deben a su carrera y la militancia azul es solamente algo grato pero pasajero.

Esta realidad impide que la U pueda volar más alto y soñar con alcanzar nuevos lauros.

¿Entonces cuáles son los objetivos realistas para la U?

Planteado como un equipo exportador de jugadores a mercados futbolísticos más importantes, su rol debiese enfocarse en dominar la liga local más que tener pasajeros sueños de grandeza internacional.

Allí hay una gran tarea por delante: superar la paternidad alba y continuar achicando la gran ventaja en títulos de campeonatos nacionales que nos llevan.

Una oportunidad perdida por la U este Torneo de Transición 2013, la de sumar su décimo séptima estrella.