• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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Parece increíble, pero la flama incombustible del fútbol se está apagando junto con el retorno del frío a estas tierras.

A las escasas gentes, léase bien, que intentan ver fútbol, se suma el mínimo interés que despiertan sus protagonistas.

Pese a los ingentes esfuerzos de los clubes de fútbol chileno por vender su producto fútbol desde su emisión pagada llamada pomposamente «el canal del fútbol» les ha salido el tiro por la culata en otra ampulosa denominación: la post temporada del fútbol criollo 2013/2014.

La U sin oportunidad, ni fútbol, ni jugadores, ni entrenador para acceder al regalo de la mirada e interés del aficionado azul o imparcial, hay necesariamente que ver qué es lo que ofrece la ANFP al hincha chileno, además del aburrimiento.

Es que la final de la liguilla, por el último cupo a la Copa Sudamericana, a sus fases muy preliminares, lo jugarán dos equipos que guardan muchas semejanzas: Palestino y Cobresal.

Se enfrentarán por un cupo internacional, dos de las aficiones más pequeñas y que menor interés despiertan en el fútbol chileno.

Con el respeto que merecen los tricolores por sus poderosos equipos de los setenta y los nortinos que ilusionaron al país en los ochenta, recuerdo lo que le escuché personalmente a un jugador aún en actividad, «equipos que no debieran existir».

Una final de silencio en las tribunas, de plasmas y elecedés buscando emoción en ligas extranjeras como si nuestro fútbol no tuviese historia y pasión.

Seguramente no conoceremos las ridículas cifras del rating de la próxima y última confrontación de está temporada 2013/2014, datos que llegarán bien maquillados a los despachos de los auspiciadores del canal futbolero chileno.

Mientras en España continúa el interés por la Liga con la irrupción del Atlético de Simeone en su intento de robarle una estrella a merengues y azulgranas, o en Argentina, donde una pelota que mal entra o un gol cambia el sueño por el título en bodegueros y sabaleros en pesadilla del descenso: en Chile el fútbol prácticamente no lo sigue nadie en pleno fin de semana.

Algún hincha podría pensar que se trata de un “castigo celestial” para la ANFP y su socio en el emprendimiento televisivo, el CDF.

Mejor llamémoslo “el canal del fútbol, los comentarios y del picadillo en torno al balompié chileno”.