• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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Después de estrenar la mano de Cristian Romero en la dirección técnica de la U, con una tonificadora goleada sobre Ñublense, la U se cruza con el cacique paraguayo Guaraní, en un lance con mucho riesgo pues la serie se define en el partido de vuelta en el incómodo clima de Asunción.

Una buena prueba para el remozado fútbol de la U.

Guaraní se plantará en el Nacional a presionar fuerte sobre el balón y los tobillos azules, cerrarle el arco a la U y contragolpear buscando un botín a cargar hasta Paraguay.

Foto: d10.com.py

Julio César Cáceres es el hombre con más pergaminos en Guaraní.

Una fórmula conocida que tuvo negativos resultados para el chuncho en los tiempos del predecible fútbol de Figueroa. Pero estará en Romero, su propuesta y en su formación el poder encontrar los espacios para desarrollar un fútbol efectivo y llegar al gol, no sólo una, sino que varias veces.

El riesgo de tener que ir a buscar un resultado a Puerto Sajonia debe agudizar el ingenio táctico del “relojito” y obtener el rendimiento exacto que necesita la U frente a Guaraní este jueves.

Guaraní no impresiona por figuras, salvo por la presencia en la zaga del veterano Julio César Cáceres (34) en el cuarto equipo de la liga paraguaya, con seguridad podremos apreciar un futbol bastante más recio que el que vemos en nuestras canchas, otro ritmo y estilo de arbitraje que admite el roce como parte del juego y que también busca tratar de sacar adelante un partido sin demasiados reparos.

¿Por qué es importante obtener un buen y ojalá holgado resultado como local frente a Guaraní?

El problema es ir a jugar el partido que cierra la serie en el ambiente y humedad de Asunción.

Además del rival, se juega contra esa mezcla de calor y humedad que incide en el rendimiento de los visitantes menos acostumbrados a los rigores del clima asunceño. En el horario del partido probablemente el termómetro registre algo más de treinta grados y una humedad que se acerque al cien por ciento!.

Curiosamente es que pese a compartir idioma con los paraguayos ellos utilizan su lengua originaria, el guaraní, para comunicarse estratégicamente entre ellos durante el juego e impedir que los rivales entiendan que hablan entre ellos.

Cuando las fuerzas comienzan a abandonar a los jugadores es mucho más probable que se produzcan errores en el juego con incidencia en el resultado final del partido. Es decir, en los momentos en que se decide la serie y el equipo que si pasará, en lo real, a la Libertadores de este año. La capital paraguaya marcará un cara o sello clave para la U de Romero.

Las visitas de la U a Asunción no registran triunfos en torneos internacionales: tres empates y ocho derrotas es el saldo frente a los clubes macheteros.

Particularmente contra Guaraní, en los partidos que disputaron por Copa Libertadores en 1966 y 1970, la U de los tiempos del ballet azul no solamente no pudo ganar a un rival teóricamente inferior como el cacique paraguayo, sino que el partido que tuvo para ganar lo empató y en el que podría haber salvado la igualdad finalmente lo perdió. La influencia de jugar como visitante en Asunción y esos minutos claves del juego.

Esta es la importancia de obtener un buen resultado como local que permita ir con algunas mínimas seguridades a definir la serie en la localía de Guaraní.

En el partido frente a Ñublense a la U se le volvió a abrir el arco rival, aspecto del juego que esperamos vuelva a estar en disposición en todos sus partidos. Difícilmente Guaraní concederá espacios con el balón tras sus líneas, será necesario atreverse y de forma reiterada para poner a los guaraníes retrocediendo contra su área.

En esta lógica futbolera ver, desde la apertura del balón hacia las bandas, pases hacia atrás y el medio es un claro síntoma respecto de la presencia o no del necesario atrevimiento que debe primar en las bandas ofensivas de la U.

Fútbol agresivo, encarador y ojalá con la pelota contra el piso. El atrevimiento necesario para poder abrir la puerta a la Copa Libertadores de este año para la U.