• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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La U superó, con algunas dificultades, al Uni-Uni, en el global de los partidos 3-2 fue el marcador final sumando el partido de Santa Laura y el empate del sábado en el Nacional. El estrecho marcador refleja la puja que opusieron los sanfelipeños frente a la U, en una serie estrecha mostraron una muy buena línea futbolística y jugadores interesantes que complicaron a la U.

Pese a que la U no cuenta con las simpatías y el reconocimiento de la prensa deportiva chilena, está legítimamente instalada en las semifinales del torneo de Apertura; a diferencia de otros equipos y sin comentaristas famosos que alaben su juego, la U sale a ganar, sin especular, todos los partidos desde el primer minuto. Es cierto que con altibajos en el ritmo, en la precisión, en el finiquito y con penosos ripios defensivos, pero ahí estamos con las chances casi intactas hasta que comience a rodar el balón en El Teniente.

Foto: El Mercurio

La U llega con justicia a dsputar su lugar en la final del Apertura.

Claudio Puga y su terna arbitral tendrán la misión de conducir el partido dentro de cauces reglamentarios, alejado de tremendas dudas que dejó Osorio en nuestra anterior visita a Rancagua, donde permitió golpear sin límites a la zaga celeste con tackles deslizantes por atrás incluidos, el siga-siga de Lamolina presente en el viejo y ruinoso Braden. Al toque, ¿cumple El Teniente con todas las medidas de seguridad que están de moda en estos días?

¿Por qué subrayo el rol del arbitraje y critico a los medios deportivos? Cuando el CDF omite con descaro y sus especialistas no puntualizan el mal arbitraje –vaya casualidad- del mismo Osorio en el pasado clásico universitario, impedido en sus facultades arbitrales para sancionar tres penales! a favor de la U en el empatado segundo tiempo y por contrapartida ese canal emite doce a quince repeticiones! a una falta discutible pero vistosa de Charles Aránguiz sobre el despeje con pelota de Felipe Gutiérrez admite elucubrar que esto se parece a un libreto.

Esperemos que los árbitros hagan bien su labor y no tengamos que ocuparnos de estos puntos negros del futbol chileno que son flacos favores para los equipos nacionales, en el terreno internacional no gozamos del amiguismo y sufrimos los rigores del futbol sudamericano donde los adversarios no te regalan nada, despejan en tu cara y corren hasta el último balón cincuenta metros para apurar al arquero como en el Centenario.

La opinión deportiva nacional se aleja regularmente de la objetividad y vende sus encantos a sus auspiciantes o a comentaristas emergentes para ornamentar realidades tristonas, una de ellas: “la petit Barcelona” por los rojos de Santa Laura, no se me ocurriría nada más distante en el juego: cual es Messi? y Piqué quién es? donde está Villa? es Monje acaso? solamente cabe en alguna mente creativa de frases cliché que no bostezó frente al modesto Bolívar.

Pero –luego de la necesaria catarsis- volvamos a las semifinales en Rancagua. La U gana con lo que necesita y clasifica controlando el rendimiento petrolero de la maquinita de Sampaoli, enfrentará a un envalentonado O’Higgins que goleó a Palestino de contragolpe en La Cisterna, anticipo un partido muy friccionado especialmente en mediocampo, la U tomará algunos resguardos en la zaga pues una mala cobertura permitió el gol y apertura de Suárez frente a la tribuna Rengo.

Lo demás son datos recurrentes: O’Higgins intentará pelotear rápido cerca de la línea del área grande de Herrera para sus rápidos delanteros y mostrarse muy fuerte en defensa con la recidumbre de los killers Oviedo y Olate, la proyección de Opazo que deja espacios para que Mena desequilibre si recibe rápido de Puch. Nuevamente el control de Marino ofrecerá balones al espacio y al pie para que ataque Vargas y para el descuelgue de Aránguiz.

Son ya viejos conocidos, un empate los mantendría con chances frente a la definición del sábado, pero ninguno perdonará frente al arco rival. Se viene un partido donde el fútbol queda expuesto ante la fricción y el vértigo.