• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
• |
• Ver más de la-u

Pasan las horas y la bronca no cesa, no importan los memes de los “chistocitos” de siempre, no importa que haya sol en mayo o que andemos llenos de alergias y resfriados, lo que no cede es la pálida y dura realidad azul: la U terminó cuarta en su “grupo de la muerte” en la Copa Libertadores de América. Si ponemos a un lado el triunfo en Sao Januario a la U le metieron once goles y convirtió apenas un gol en cinco partidos internacionales, tres de ellos jugando como local. ¿Así se aspiraba a pelear la Copa Libertadores?

¿Qué tenía la U para soñar con tamaño logro?

Apenas, y con buenísima voluntad, un juego ordenadito que alcanza para ganar de contra en Iquique o en Quillota como también a Curicó y Antofagasta en el Nacional. ¿Alcanzaban esos antecedentes para presentarse dignamente en Belo Horizonte o jugar con equipos importantes, pero nunca superlativos, de Argentina y Brasil?

Lo que no hay son jugadores de real nivel e internacional, y que por favor me perdonen las mamás, esposas, primas o familiares de los profesionales de la U, y también los hinchas nublados de azul que los tienen de regalones, pues son nada más que: jugadores profesionales de fútbol que saben en lo que están y tienen bien claro hasta donde dura la cuerda del trompito para que baile.

Por momentos lo de la U anoche en el “pasional” fué lamentable y penoso, se dejó amagar por un mediocre equipo brasileño que no ganaba hace un montón de partidos y que estaba en la cornisa de la eliminación con apenas dos puntos de quince posibles. La U con su inoperancia e incapacidad le salvó la ropa a Vasco da Gama.

Anoche la U recibió un cachetazo como el que le dan a un payaso viejo con el que ya nadie se ríe y su argumento futbolístico es cada vez menos creíble. No cierra nada, ni Herrera estirando su trayectoria a costa de humillaciones, ¿el suplente De Paul está al nivel del titular?, parece que tampoco.

¿Vamos a jugar con rivales del nivel de copa internacional con jugadores de liga chilena como Schultz, Caroca, Yerko Leiva o Echeverría de lateral?, jugadores que no pueden ganar una pelota mano a mano sin recurrir al foul y amonestación o que no salgan volando si se cruzan con oponentes fuertes y potentes.

La U en la cancha tiene algunos jugadores importantes, pero no tiene una plantilla equilibrada, es decir: el que reemplaza no tiene el nivel del jugador titular. Simple.

Ahora, ¿qué le decimos al hincha?

¿Cómo contentamos al que se la juega desde que sale de casa o el trabajo para ir a la cancha a alentar, que se banca la micro llena o los topones en el estacionamiento por ver a la U, o el que aguanta el sol de mediodía o de las seis de la tarde en verano, como también el frío otoñal de anoche?

¿Qué le decimos a los abonados? ¿que el próximo año la U luchara en todos los frentes?. A este año, que ya parece irremediablemente perdido aún le quedan siete meses!

Lo de Jara es cuento aparte, pues por radio se habló incluso de la posibilidad de intencionalidad en los errores.

Hay mucho paño que cortar en la U, pero la tijera no está y el sastre o costurera tampoco.