• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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El partido amistoso frente a un fuerte equipo africano en la capital del estado de Pensilvania -y principal puerto receptor de la fruta de exportación chilena- marca el retorno de la selección chilena estelar a su preparación para los encuentros clasificatorios visitando a Bolivia y Venezuela en junio próximo.

Borghi ha enfrentado surtidas dificultades para conformar el seleccionado en esta oportunidad: las lesiones de Ponce, Contreras e Isla, más las sanciones a cinco jugadores estelares por el caso “bautizo” (Valdivia, Beausejeour, Vidal, Carmona y Jara) le han forzado a buscar una alternativa y garantías de rendimiento para el seleccionado nacional.

Foto: Marco Muga, El Mercurio

Junior Fernandes es uno de los jugadores de la U que fue nominado a la selección chilena para jugar ante Ghana en EE.UU.

Después de los amistosos de verano entre combinados alternativos de Chile y Paraguay (3-2 en La Serena y 0-2 en Luque), que no entregaron recambios claros para el estratega nacional, reprobando la mayoría de los jugadores convocados para mover la plantilla y sumar partidos que benefician a los ya citados jugadores sancionados.

En ese contexto, Borghi finalmente decidió convocar a un fuerte contingente de la U que facilitase conformar el equipo para un combinado nacional que requiere en un futuro cercano plantarse muy firme en la siempre difícil coyuntura de visitar La Paz y visitar al puntero de las clasificatorias: Venezuela. Lamentablemente por fixture nos toca visitar a Bolivia cuando aún mantiene chances.

De este modo y para esta ocasión serían los jugadores de la U quienes rodeen a los pilares de la selección chilena de Borghi: Bravo, Medel, Fernández, Sánchez y Suazo. Salvo que la práctica del martes provoque alguna novedad.

Será interesante ver actuar con ultraprofesionalismo a Claudio Bravo resguardado por la última línea de la U campeona en la Copa Sudamericana. Serán Osvaldo González, Marcos González y José Rojas los responsables de enfrentar a las veloces estrellas negras de Ghana.

El momento y rendimiento actual de los tres defensas provoca inquietud: a Osvaldo González el inicio de temporada lo ha mostrado con ripios técnicos y físicos sumados a excesos en su confianza que han generado mucho peligro para su portería; Marcos González es suplente en Flamengo y Pepe Rojas no es el mismo del segundo semestre del 2011, se le aprecia inseguro y con retrasos en su preparación física. Aún, es una gran oportunidad de recuperar su rendimiento.

En la zona de volantes mixtos aparece un probable cuarteto integrado por Charles Aránguiz, Gary Medel, Marcelo Díaz y Eugenio Mena, mejorando el oficio y dominio del perfil izquierdo con Mena por sobre la dinámica pues Díaz sacrifica parte de su rendimiento jugando en esa banda. Hay que decir que los volantes de la U con alta motivación rindieron muy bien frente a Godoy Cruz pero decayeron notoriamente 72 horas después en Rancagua.

Como enganche y conductor de los ataques nacionales continúa prácticamente sin discusión Matías Fernández, cumple con la tarea de recibir y habilitar a Alexis Sánchez y Humberto Suazo. Un esquema previsible en demasía y de fácil lectura para el técnico rival, no debemos extrañarnos si estos circuitos son interrumpidos por la tradicional pierna muy fuerte de los africanos.

Las variantes probables de Eduardo Vargas –sediento de minutos en cancha y sin confianza-, Rodrigo Millar, la proyección de Campos Toro y tal vez Junior Fernándes podrían intentar lastimar el fondo rival si el partido se hace cuesta arriba.

En este partido la U y Borghi arriesgan bastante prestigio en una inédita sociedad cuyos dividendos no se advierten con claridad, de salir airosos de este trance internacional podrían repetir el test frente a Perú -en Arica y Tacna- y tal vez en mayo frente a Uruguay.

Esta suerte de invasión azul en la roja de Borghi puede acercar de algún modo la llegada de Johnny Herrera al arco de la selección, excluido de ella no por motivos futbolísticos.

Lo que queda en evidencia es que son solamente las urgencias y las decepciones de Borghi en sus restantes alternativas lo que podría provocar un fenómeno de tal magnitud como que convocase a Herrera. El Bichi es un ganador, odia perder aunque lo relativice y hará lo necesario para evitarlo. La hinchada –al final- actúa de la misma forma.