• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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La U vivió una jornada conmovedora el atardecer del miércoles en Santa Laura, reencontrándose con su mejor actitud futbolística, en una cancha que ha vivido muchas jornadas memorables estos últimos años, como el triunfo sobre Pachuca 1-0 de regreso en la Libertadores el 2009 y el pasado triunfo sobre Vasco da Gama 2-0 que posibilitó llegar a la final de la pasada Copa Sudamericana.

El camino al amplio triunfo 5-1 sobre el tombero no estuvo exento de espinas: algunos errores graves de la última línea azul casi posibilitan la apertura de la cuenta para el visitante, un blooper de Pepe Rojas -a quién le está costando volver a rendir como antes de su teleserie con Botafogo- y la mundialmente comentada mano no intencional de Albert Acevedo al controlar un pase largo de los cuyanos que buscaba su espalda y la definición de Castillón frente a Herrera.

Foto: El Mercurio

Universidad de Chile derrotó por 5-1 a Godoy Cruz de Argentina en un compromiso válido por la Copa Libertadores.

Osvaldo González se mostró recuperado en relación a su pálida presentación en el Atanasio Girardot, proactivo y agresivo se impuso en su zona anulando a un devaluado Tito Ramírez.

Un partido extraño para Johnny Herrera, los mendocinos llegaron muy poco, un par de centros que cortar, manteniéndose siempre atento, el gol no es de su responsabilidad, la sorprendente habilitación de Villar hizo la diferencia para empatar transitoriamente.

La segunda línea azul se mostró como en sus mejores partidos de la temporada pasada: Matías Rodríguez gravitó por todo el sector derecho, buscó hacer circular el balón con energía y seguridad, siempre fue un obstáculo para el tramado rival, si hubiese definido bien el mano a mano que tuvo habría redondeado una actuación extraordinaria.

Charles Aránguiz metió con acierto en toda la zona central, pisó más el área rival que la azul e incluso apareció en la posición del extrañado  delantero centro. Marcelo Díaz jugó un partidazo, no se equivocó en la conducción, apareció por todas partes abriendo y generando juego, recuperó balones reiteradamente. Eugenio Mena sin brillar demasiado, fue una permanente rueda de auxilio, equilibrando el juego por la banda izquierda, achicando sin el balón y procurando una salida agresiva, está siempre cerca de llegar al gol.

Lorenzetti jugó de nueve y medio pero también enganchándose para lucir su control de balón de espaldas al arco rival e iniciar con su buen pie los ataques de la U, es decir jugó “a lo Canales”, certero para aprovechar el centro ganado por Acevedo y González para despachar el 2-0 que batió la moral trasandina.

Junior Fernándes, además de la tripleta, tiene el mérito de continuar siempre buscando el gol intentando imponerse en los metros claves del área rival, no se amilanó después de perder otro mano a mano con el arquero rival recién iniciado el partido.

Pancho Castro luchó con generosidad y atrevimiento por la banda izquierda, combinando aciertos con errores siempre fue opción de recepción y atrevimiento para asaltar el área rival.

Cereceda entro en los minutos finales aportando su dinámica pero sin precisión en sus pases, poco acostumbrado a la banca busca con ansias su protagonismo; Pedro Morales entró muy cerca del final.

El concepto final para Ángelo Henríquez, un debut internacional prometedor para un chico de sólidos 17 años, se mostró como opción ofensiva ingresando a sólo seis minutos del final, tuvo la dosis de ambición que se espera de un crack en ciernes, falló en la primera ocasión pero en la segunda galopada llegó rápido al área y fusiló al golero al primer palo sin desarmarse al empeinar el balón.

Angelo es una gran promesa, su actuación –siendo breve- recordó la aparición goleadora e internacional del Lulo Socías por la U frente a Rosario Central en otro 5-1, pero en enero de 1972.

El recordado y extrañado fútbol de la U de Sampaoli reapareció esta semana en Plaza Chacabuco, esperemos que sea para quedarse nuevamente este 2012.