• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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Lo más parecido a un “plan B” o “C” o “D”, etc. es lo que acontece con Luis Musrri quién se vinculó como entrenador con el club de sus amores en aquella fallida dupla o estructura técnica, pues de dupla tuvo bastante poco, con Víctor Hugo Castañeda. Víctor Hugo quedó fuera y Lucho dentro, provocando una grieta que sólo podría atenuar una nueva y similar posibilidad de trabajo con la U, algo que a veces el fútbol da.

Como normalmente ocurrió en las recientes campañas del chuncho, desde que Sampaoli abrió los ojos y las alas para volar alto, sus técnicos difícilmente terminaban el contrato y con hartas dificultades el semestre, por tanto, era algo lógico tener un banquero calentito que saltara estilo “chapulín” para agarrar el fierro caliente y calmar las virulencias de la hinchada azul.

Musrri cumple con todos los requisitos para ser el entrenador de la U: experiencia habilitante en primera división, título profesional y títulos a su haber, conocedor del medio y fundamentalmente ser ídolo de la hinchada que parece ser el requisito principal. Ese activo que tiene todo jugador identificado con una camiseta y que se ofrece o transa para cumplir con directrices institucionales generadas en pasillos o en cuartos reservados.

La U envió a Musrri a perfeccionarse a Italia merced a generosos e internacionales contactos con diversos clubes y allí el buen y aguerrido ex volante pudo apreciar las diferencias y similitudes en recursos y sistemas de entrenamiento que mantenemos con la península.

Pero, ¿esta capacitación se la lleva Musrri a su patrimonio? Si no: ¿cuándo la U se verá beneficiada de los conocimientos adquiridos? ¿Hará, o ya hizo, una charla a sus pares técnicos de la U para exponer los avances que puede intentar implementar en el CDA azul?

La U remontó esos seis puntos hacia la punta de la mano de Ángel Guillermo Hoyos y logró el campeonato que ya celebramos.

Entonces, la pregunta de rigor es: ¿Qué hará ahora la U con Luis Musrri?