• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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Un gran ambiente espera al hincha azul este sábado en Rancagua, el día rey del fin de semana se teñirá de banderas azules en la autopista a Rancagua.

La alegría del viaje, acompañada de rachas de sol invernal durante la ruta, será capturada por el rigor policial en el peaje de Angostura, donde se bifurcan los grupos motorizados y privilegiados de la alegría interminable del tablón criollo.

La llegada al nuevo Teniente trae la novedad que el anfitrión celeste, personalizado en el eterno Pablo Hoffman, solamente ha considerado 552 entradas para los azules y el aviso que junto con la obligatoriedad de portar el documento no se venderán tikets ese día en el remozado recinto rancaguino.

Si consideramos además que el aforo previsto apenas supera los once mil asistentes queda la mesa servida para la reventa, que aún no siendo bien vista sigue gozando de muy buena salud, universalmente apreciada en el reciente mundial de Brasil.

¿Hasta cuánto están dispuestos a pagar los hinchas de la U por ver a esta nueva U frente a O’Higgins el sábado?

Tal vez los noticieros o agencias de noticias, influidos por la cercanía del mundial, cubran ahora este aspecto de la fiesta futbolera pues las predecibles transmisiones de CDF las ignoran o bien voluntariamente las omiten.