“La chica de la capa roja”, regresa el romance paranormal
Guía de: Literatura Fantástica
- Alberto Rojas
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Desde que Stephenie Meyer irrumpió en las librerías de todo el mundo con “Crepúsculo” y los restantes títulos de su serie sobre vampiros y adolescentes, el romance paranormal se consolidó como subgénero dentro de la literatura fantástica juvenil anglosajona. Desde entonces hemos visto el desembarco de vampiros, hombres lobo, ángeles y brujas que protagonizan títulos como La Casa de la Noche, de Phyllis Christine Cast y su hija, Kristin Cast; Night World, de L.J. Smith; Luz de Luna, de Rachel Hawthorne; Halo de Alexandra Adornetto; Medianoche, de Claudia Gray; o las novelas de Rachel Morgan.
Sin embargo, con “La chica de la capa roja” (Alfaguara), parece abrirse un nuevo campo en donde los protagonistas ya no son necesariamente criaturas mágicas sino los clásicos personajes de los cuentos infantiles, pero reinventados en clave juvenil, más acorde a los tiempos que corren.

Es el caso de Caperucita Roja, historia que se transmitió oralmente de padres a hijos en Europa, hasta que Charles Perrault la puso por escrito a fines del siglo XVII. Y que luego tuvo una nueva versión en manos de los hermanos Grimm.
Appian Way, la productora de Leonardo DiCaprio, fue la que lanzó el proyecto original de “La chica de la capa roja”, a partir de un guión de David Leslie Jonson. Catherine Hardwicke, la misma cineasta que llevó a la pantalla grande la primera novela de la serie “Crepúsculo”, fue elegida para dirigir la versión cinematográfica. Pero también fue quien impulsó la idea de escribir —paralelamente— una novela.
“Cuanto más profundizamos en este mundo, más cuenta me daba de que los personajes y sus trasfondos eran demasiado complejos como para tener cabida en la película, de manera que quise colaborar en la creación de una novela que explorase por completo la enmarañada madeja de emociones dentro del pueblo de Daggorhorn”, explica Catherine Hardwicke en el prólogo del libro.
La responsable del proyecto escrito fue la jovencísima Sarah Blakley-Cartwright, quien se encargó de dar forma al triángulo amoroso entre Valerie, la joven aldeana que vive en el poblado medieval de Daggorhorn —obviamente ubicado en lo más profundo de un bosque—; Pedro, el joven leñador que ella ama; y Henri, el pretendiente con quien sus padres quieren casarla. El punto es que esta relación está cruzada por una trama mayor: la existencia de una bestia que acecha el poblado. Pero no se trata de un monstruo cualquier, porque más que un lobo, podría tratarse realmente de un hombre lobo.
Cuando la novela llegó a las librerías estadounidenses en enero pasado, escaló rápidamente hasta el primer puesto del ranking de best sellers juveniles del diario The New York Times. Y bien podría repetir ese éxito en Chile.
Una chica con una capa roja, su abuela, un cazador, un lobo y un bosque. Todos los elementos del cuento clásico están presentes, pero “La chica de la capa roja” es una historia diferente, más juvenil (y claramente menos infantil), que apela al mundo adolescente y sus códigos. Y donde el amor y lo fantástico ya parecen estar instalados de manera irreversible. El romance paranormal no parece tener fronteras.
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