“Mundo de Tinta”: Una saga de fantasía que revela la magia

Fáciles de encontrar y fáciles de leer, los tres libros de “Mundo de Tinta” son un deleite para grandes y chicos, por su ritmo y gran originalidad.

En general, es difícil encontrar buena literatura fantástica en Chile. Últimamente los estantes del género son llenados por títulos de romance paranormal y lo más común es que lleguen cosas nuevas sólo una vez al año o en respuesta a alguna adaptación cinematográfica. Cómo sino explicar la casi total ausencia de obras de George R. R. Martin, Robert Jordan o Robert E. Howard.

Pero afortunadamente hay excepciones, como la serie de libros de “Los Juegos del Hambre”, de Suzanne Collins; “El Nombre del Viento”, de Patrick Rothfuss; y, principalmente, la trilogía “El Mundo de Tinta”, de la escritora alemana Cornelia Funke.

Corazón de tinta

Foto: Ediciones Ciruela

Al contrario de lo que suele pasar con la mayoría de las series de fantasía y ciencia ficción —que llegan incompletas o en desorden, y con meses o años de diferencia— “Mundo de Tinta” es una serie que, desde 2009, ha tenido presencia constante y en gran cantidad en las librerías chilenas. En concreto, si usted quiere leer buena literatura fantástica y poder completar una saga, encontrará los tres libros de esta historia en cualquiera de las cadenas más conocidas. Y eso se agradece.

Debo reconocer que costó que esta serie me atrapara. Cometí el error de empezar viendo la película “Corazón de Tinta”, protagonizada por Brendan Fraser y basada en el primer libro de la serie. Ahí se vislumbraba una buena idea. La historia de un restaurador de libros viejos con el poder de hacer realidad lo que leyera en voz alta, prometía. Sin embargo, la sensación no era completa. Algo similar me sucedió cuando leí el primer libro.

Muerte de tinta

Foto: Ediciones Ciruela

Afortunadamente, decidí darle una oportunidad al segundo: “Sangre de Tinta”. En esta parte, los protagonistas viajan al mundo original, donde todo comenzó. Un mundo rico en personajes, imágenes, magia y sorpresas. Funke realmente se luce en una misión nada de fácil: crear un mundo fantástico original. Asimismo, junto con el cambio de escenario, los protagonistas crecen y muestran facetas desconocidas, adultas, oscuras y alegres. El libro termina con un final tan inesperado como cautivante.

El último tomo, “Muerte de Tinta”, aumenta la complejidad de la trama. Lleno de intrigas y acción, el libro mantiene al lector en constante suspenso. Del mismo modo, los personajes se vuelven más complejos y menos infantiles a la hora de lidiar con un mundo que, si bien al principio parecía alegre y colorido, cada vez es más oscuro y retorcido, con enemigos y antihéroes espléndidamente narrados, y personajes cada vez más siniestros.

En definitiva, “Mundo de Tinta” es una saga que vale la pena leer. Tanto por su masiva —por no decir inédita— disponibilidad en las librerías de Chile, como por su calidad. Es, además, recomendable para grandes y chicos, pues Cornelia Funke se mueve con comodidad en un estilo que es brillante y oscuro a la vez, pero igualmente atractivo. Además crea personajes con los que el lector fácilmente se puede identificar. Me atrevo a decir, además, que hay mucho más por esperar de esta autora en el futuro.

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