• Matías Bakit, Equipo de Literatura Fantástica
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Cuesta unas 20 páginas entrar y comprender el mundo tejido por Andrés Urrutia en “Hijos de la ira” (Loba Ediciones), novela con la que su autor debuta en la literatura fantástica y de terror. Pero después de eso, es fácil que el lector caiga bajo el hechizo de los personajes de su libro, al punto de no darse cuenta del momento en que se acaba. Eso fue, al menos, lo que me pasó.

Es difícil describir esta novela sin dar spoilers, pero “Hijos de la ira” trata, en principio, de Pedro, un muchacho insatisfecho con su vida en el Chile del siglo XIX, que de hecho odia todo lo que lo rodea y busca consuelo ―y quizás venganza― al ingresar a un aquelarre de brujos.

Sin embargo, en el fondo, este libro trata de la luz y la oscuridad que habitan en las personas y en el mundo, en el marco de una historia narrada utilizando varias cosmovisiones y mitos, sobre todo chilenos.

En otras palabras, trata ―de una forma u otra― sobre el funcionamiento del mundo y la magia de la tierra.

El libro es mágico; hay magia oscura y blanca, pero sobre todo oscura. Sin embargo, más que eso, es caos, sangre y sexo. Por lo mismo, se trata de una historia no recomendable para niños, que bien podría ser calificada dentro del género de terror. Pero que, sin duda, cautivará a los lectores adolescentes y adultos.

Con respecto a la narración, en un principio resulta algo desconcertante, pues por momentos usa capítulos que consisten en párrafos muy cortos, intercalándolos con otros más largos, desde distintos puntos de vista.

Pero poco a poco el lector se va dejando envolver por este estilo, que es como si se leyeran distintos cuentos o leyendas. Aunque hacia el final todos ellos confluyen en un solo desenlace, dándole coherencia a los relatos.

Destacable es también el uso detallado de leyendas chilenas para los distintos personajes, las que el autor logra mezclar bastante bien, sin que parezca un efecto forzado.

En resumen, un libro para sumergirse y explorar; de lo más original que he leído en el último tiempo en el país.