Seguramente la mayoría de ustedes vio la película en el cine, arrendó el DVD o la pilló en algún canal del cable. Sí, es un hecho, la adaptación cinematográfica ayudó muchísimo a promover la existencia de “Las Crónicas de Spiderwick”, que ya lleva más de 4 millones de ejemplares vendidos en el mundo.

Escrita por Tony DiTerlizzi y Holly Black, esta pentalogía publicada entre 2003 y 2004 se hizo rápidamente un lugar destacado dentro de la literatura fantástica en inglés. Y también en castellano. Es que no es difícil quedar fascinado con la historia de los gemelos Grace: Jared (inquieto y por momentos problemático) y Simon (el típico estudioso), que viven junto a su madre y su hermana mayor, Mallory.

Para los que todavía no hayan visto la película o leído los libros, vale la pena mencionar que la trama comienza cuando los tres se mudan junto a su madre, Helen, a la antigua y abandonada finca Spiderwick, un panorama que ciertamente no les resulta nada atrayente. Al menos hasta que encuentran un extraño libro titulado “Cuaderno de campo del mundo fantástico”, escrito por su tío abuelo, Arthur Spiderwick. Y que es una detallada guía para descubrir e identificar seres mágicos, que al comienzo consideran sólo una excentricidad.

Porque, ¿qué ocurriría si un universo fantástico lleno de hadas, ogros, duendes y otras criaturas fabulosas pudieran coexistir con nosotros? En otras palabras, ¿y si ellos vivieran junto a nosotros, pero fuéramos incapaces de verlos?

La vida de los hermanos Grace cambiará para siempre al descubrir que sí existe un mundo mágico e invisible, tan fascinante como peligroso, poblado de dragones, elfos, hadas y espíritus del agua. Pero también de criaturas aún más extrañas como los boggarts y los phookas. O el temible ogro Mulgarath.

Los cinco títulos —“El Libro Fantástico”, “El Anteojo Asombroso”, “El Mapa Perdido”, “El Árbol Metálico” y “El Ogro Malvado”— en realidad son una sola historia, y cada título es casi como un capítulo dentro de una obra mayor.

Uno de los aspectos más llamativos de “Las Crónicas de Spiderwick” es que no pretende ser una “megasaga” (término controvertido) de proporciones monumentales, frente a la cual los lectores, sobre todo los más pequeños, se pueden sentir intimidados. Por el contrario, sus cinco libros —editados en un formato más pequeño que lo habitual, pero tremendamente cómodo de leer para niños y jóvenes— es una gran aventura llena de peligros, emociones y situaciones propias de esa relación amor-odio tan común entre hermanos de diferentes edades.

Mención especial merecen las hermosas ilustraciones a lápiz, que con un inconfundible estilo retro, en cada uno de los cinco libros ayudan a visualizar mejor este mundo fantástico y sus protagonistas. Y que más allá de la trama, tienen un valor en sí mismo como arte.

Vale la pena mencionar que las fantásticas aventuras creadas por la dupla formada entre Tony DiTerlizzi y Holly Black no terminaron en “El Ogro Malvado”. En inglés se publicaron tres libros más: “The Nixies Song”, “A Giant Problem” y “The Wyrm King”, que forman la nueva serie “Beyond the Spiderwick Chronicles”.

En ellos la acción se traslada a Florida, donde Nick Vargas (de 11 años) vive junto a su hermano Jules; su hermanastra, Laurie; su padre, Paul; y su madrastra, Charlene.

De todos ellos Laurie es la única que ha leído “Las Crónicas de Spiderwick” y aunque el resto de los niños insisten en que es sólo ficción, ella sí cree que los acontecimientos narrados en los cinco libros son verdaderos. Y no tendrá que esperar mucho para comprobarlo.

Mención aparte merece el “Diario de los Fenómenos Fantásticos”, escrito por los mismos autores, pero que no es una sexta entrega de la exitosa saga, sino un “diario de campo” semejante al de Arthur Spiderwick. Una bitácora que contiene 14 testimonios que dan cuenta de encuentros con duendes, trols, trasgos, grifos, phookas, e incluso dragones. Además de perfiles y bocetos de las diferentes criaturas. Pero sobre todo es un espacio destinado a que sean los lectores los que armen su propia aventura en las páginas en blanco para hacer anotaciones y dibujos.

A medio camino entre la realidad y la ficción, “Las Crónicas de Spiderwick” son un acierto. Y por eso merecen leerse con calma, disfrutando la emoción y belleza de cada capítulo.