El actor galés Christian Bale, quien se hiciera mundialmente famoso en este nuevo milenio personificando a Batman/Bruce Wayne en la trilogía del superhéroe de Ciudad Gótica dirigida por el director Christopher Nolan entre los años 2005 y 2012, es considerado uno de los actores del “método Stanislavski” (donde el actor para darle veracidad a su interpretación debe sumergirse en su rol, cambiando incluso su apariencia física) más importantes de su generación, debido a su gran intensidad interpretativa y sus drásticas transformaciones físicas para abordar diversos papeles.

Christian Bale nació en 1974 en la pequeña ciudad de Haverfordwest, en Gales, y, tras sus primeras experiencias interpretativas en el teatro, saltó al mundo del cine en 1987 de la mano del reputado director Steven Spielberg, quien lo escogió entre 4000 niños para interpretar el papel principal de la película “El Imperio del sol”(1987), rol que le valió el elogio de la crítica.

Si bien en los años siguientes, a medida que crecía y se hacía mayor, Bale participó en varias películas, su carrera hacia el estrellato definitivo se encarriló en el año 2000 al protagonizar la película “American Psycho”, basada en la novela homónima del escritor norteamericano Bret Easton Ellis, que narraba las andanzas de Patrick Bateman, un joven y desquiciado yuppie de Manhattan, amante de la ropa de marca y de la música pop de los años 80, y quien en sus tiempos libres se dedicaba a matar a colegas, mendigos y prostitutas para atenuar su sensación de vacío existencial.

Pese a que el estudio Lionsgate, que produjo la película “American Psycho”, en principio no quería contratar a Christian Bale porque no era suficientemente famoso (querían a Edward Norton o Leo DiCaprio en su lugar), su interpretación de Patrick Bateman le acarreó grandes elogios del público y de la crítica.

La tarea no fue fácil, especialmente tomando en cuenta que en el libro “American Psycho” Bateman es descrito como una especie de Adonis esbelto y atlético, obsesionado con sus músculos y apariencia. Por ello, para encarnarlo, Bale se sometió a un intenso entrenamiento físico, que transformó por primera vez su cuerpo en una masa granítica de músculos. “Hacer ejercicio se hizo cargo de mi vida. Me fascinó conocer sobre el cuerpo, la dieta y el gimnasio. También me hizo juzgar mucho los cuerpos de otras personas. Consumí sobre todo proteína magra, sin azúcares, con grasas buenas y carbohidratos bajos, además de seguir una rigurosa rutina de ejercicios, aunque se me pasó la mano con los bíceps y los músculos de las piernas”, confesaría el actor.

Después de interpretar un rol secundario en la película “Shaft”, Christian Bale sorprendería de nuevo a la audiencia apareciendo con una esquelética apariencia, que lo obligó a perder más de 30 kilos para quedarse en apenas 63 kilos de peso: en la película “El Maquinista” (2004) encarnó a Trevor Reznik, un enjuto y casi desnutrido trabajador de una fábrica de cara demacrada que sufría de insomnio crónico debido a un oscuro trauma del pasado.

Para lograr la apariencia física adecuada para ese rol, Bale, en una entrevista concedida al diario británico The Guardian, comentó que “seguí una dieta que consistía básicamente en morirse de hambre; sólo consumía diariamente una dieta de café negro, una manzana y una lata de atún al día, además de vitaminas y suplementos minerales. Quedé al borde de los huesos, pero fue una experiencia sensorial increíble. Cuando eres tan delgado que apenas puedes subir un tramo de escaleras… Es como si hubieras abandonado tu cuerpo. Ese es el estado más zen que he tenido en mi vida”.

Después de interpretar el rol principal de la cinta “El Maquinista”, Christian Bale sería escogido por el director inglés Christopher Nolan para personificar a Batman/Bruce Wayne en la cinta “Batman Begins” (2005), la primera de la celebrada trilogía del Caballero de la Noche.

Como la grabación de “Batman Begins” debía comenzar apenas 6 semanas después de terminar “El maquinista”, Bale se sometió a un intenso programa de entrenamiento físico y una agresiva dieta para ganar peso y musculatura; su meta era llegar a un estado físico con 86 kilos de peso.

Con respecto a esa experiencia, Bale confesó que “mi metabolismo tuvo que volver a acelerar, porque mi corazón se había acostumbrado a una forma de vida completamente diferente. Me fui directamente al consumo de pizza y helado; comía cinco comidas seguidas, pero mi estómago se expandió muy rápido y enfermé. En realidad, gané demasiado peso en el período previo a ‘Batman Begins’; Nolan me decía en tono de broma que en vez de interpretar a Batman iba a interpretar a Fatman (“hombre gordo”), así que tuve que reducir 20 libras y muchos carbohidratos de mi dieta. Cuando logré llegar a un peso saludable, volví a correr, con tres series de 10 kilómetros al día”.

Después de “Batman Begins”, donde la interpretación de Bale nuevamente sería alabada por la crítica, siendo incluso calificado como el mejor Batman de la historia, el actor galés protagonizó el año 2006 la cinta “Rescate al amanecer”, del director alemán Werner Herzog, donde personificó a un prisionero de la Guerra de Vietnam rescatado al borde de la muerte. Para interpretar ese rol, Bale debió bajar de nuevo 30 kilos de golpe. El director Werner Herzog confesaría que “tuve la experiencia más sorprendente con él, hizo un increíble sacrificio. Es el actor más diligente y profesional que pueda haber”.

En el año 2010 Christian Bale interpretaría un rol secundario en la película “The Fighter”, dando vida a Dicky Eklund, un boxeador prometedor que en sus días de gloria había noqueado a Sugar Ray Leonard, pero que ahora era un don nadie adicto a las drogas que mataba el tiempo entrenando a su hermano menor que también era boxeador, Micky. El desempeño de Bale en este papel fue tan notable que ganaría un premio Oscar al Mejor Actor de Reparto.

Para interpretar a cabalidad el rol de Dicky Enlund, un drogadicto adicto al crack cuya apariencia física dejaba mucho que desear, Bale debió quedarse en un peso de 66 kilos. En una entrevista concedida al canal MTV Bale confesó que “no tengo la meta de ver si puedo volverme invisible algún día, es decir, comer tan poco que desaparezca. Simplemente me gustó el personaje y luego me di cuenta de que era un peso welter. Para esa cinta bajé de peso simplemente corriendo como loco, podía correr durante horas y horas y me sentí realmente saludable”.

Para la película “Estafa Americana” (2013), donde dio vida a Irving Rosenfeld, un estafador aficionado a las mujeres hermosas y la buena vida, Christian Bale debió engordar 20 kilos hasta pesar más de 100 kilos.

“Para interpretar ese papel comí muchísimos donuts, muchas hamburguesas con queso y todo lo que encontraba en mi camino; el problema es que me costó más de seis meses bajar la abultada barriga que había conseguido. Además, no me sentía bien físicamente. Parte de lo que amo es correr jugando con mi hija: luchar, escalar … Y no pude hacerlo. Me sentí horrible. Aprecias cuando vuelves a un lugar donde puedes pasar tiempo en un trampolín y no sentir que vas a morir”, explicó Bale en una entrevista a la revista “Esquire”.

En la cinta “Vice” (2018), que relataba la historia del ex Vicepresidente de los Estados Unidos Dick Cheney, Christian Bale emprendió su última gran transformación física: drástico aumento de peso, acompañado de canas y maquillaje.

Bale relató que debido a que interpretó al personaje en dos edades diferentes, debió engordar más de 20 kilos: “Esa vez subí de peso sin nada de hamburguesas con queso y helados. Nunca antes había ido a un médico o nutricionista sobre ganar o perder peso para mis papeles. Nunca es saludable aumentar esa cantidad de peso en poco tiempo, pero lo hice de la manera más saludable, pues ya tengo más de 40 años”.

En la película “Ford v/s Ferrari (2019), finalmente, Christian Bale daría vida al mecánico Ken Miles, personaje que le permitió volver a la normalidad, tras perder nuevamente 31 kilos de golpe. “En esa cinta maté dos pájaros de un tiro: tuve que perder peso y pude conducir un automóvil GT40″, confesaría Bale, mientras que su compañero de reparto, el actor Matt Damon, declaró que había sido un privilegio trabajar con él: “ese tipo es de otra pasta. Tiene una disciplina de monje que es realmente impresionante”.

Christian Bale hoy es considerado uno de los más genuinos representantes del método interpretativo de Stanislavski y uno de los mejores actores de la actualidad, destacando por su versatilidad para abordar una gran diversidad de papeles, su dominio de diferentes acentos y su capacidad para someterse a duros regímenes alimenticios y entrenamiento para concretar diversas transformaciones físicas.

Bale, hoy, es uno de los pocos intérpretes del mundo que es capaz de ganar o perder peso según el guión de la película que esté protagonizando, aunque el propio actor ha dicho, medio en serio y medio en broma, que “si sigo haciéndolo moriré”.