El año 2002 el director polaco Roman Polanski -quien en su niñez había perdido a su madre en el campo de concentración de Auschwitz, junto a otros familiares- estrenó la que quizás era su película más personal hasta la fecha, “El Pianista”, cinta que ganaría la Palma de Oro en el Festival Internacional de Cannes, además de tres Premios Oscar (al mejor director, al mejor actor principal y al mejor guión adaptado, de un total de 7 candidaturas).

Basada en una adaptación de las memorias del músico polaco de origen judío Władysław Szpilman, la cinta recreaba la vida de este artista, quien se ganaba la vida tocando el piano en una radio de Varsovia, después de la invasión nazi de Polonia el 1 de septiembre de 1939.

Como consecuencia de la llegada de los nazis, las condiciones de vida para los judíos en Polonia se deterioraban rápidamente, perdiendo sus derechos civiles y siendo obligados a trasladarse al Gueto de Varsovia, donde sufrían el hacinamiento, el hambre, las persecuciones y los asesinatos arbitrarios. Los judíos, finalmente, después de un tiempo, eran reunidos y deportados al campo de exterminio de Treblinka, pero antes de subir al tren que lo iba a conducir a una muerte segura, Władysław Szpilman era salvado por un policía del gueto judío, antiguo amigo de su familia.

Separado para siempre de sus familiares y seres queridos, Szpilman debía sobrevivir, primero trabajando en el gueto como esclavo obrero de unidades de reconstrucción alemanas y, posteriormente, escondido en el exterior del gueto, confiando en la ayuda de amigos que no eran judíos y que todavía lo recordaban desde sus tiempos de famoso pianista de Varsovia.

Después del levantamiento de los judíos del Gueto en 1943 y del levantamiento de la resistencia polaca contra la ocupación alemana al año siguiente, Szpilman quedaba al borde de la muerte debido a las enfermedades y la desnutrición. Después de verse obligado a abandonar el edificio donde se escondía tras una violenta razzia de los alemanes, el pianista terminaba ocultándose en una gran casona situada en un barrio bombardeado de Varsovia.

Allí, mientras intentaba infructuosamente abrir una lata de comida, se encontraba intempestivamente con el capitán alemán Wilm Hosenfeld, quien al instante se daba cuenta de que Szpilman era judío. Al enterarse de que había sido pianista, Hosenfeld lo llevaba hasta un piano y le pedía que tocara algo. En ese momento un desnutrido y andrajoso Szpilman ejecutaba una desesperada y bella pieza de Chopin (la primera balada Op. 23 en sol menor) ante un Hosenfeld que se compadecía de él y, a la vez, mostraba su admiración tras su gran interpretación. De esa manera, el capitán alemán no sólo no lo delataba, sino que lo escondía en el ático del edificio, le llevaba un abrelatas y comenzaba a llevarle comida con regularidad.

Tras la inminente llegada del Ejército Rojo, el capitán Hosenfeld finalmente acudía a despedirse de Szpilman y le daba su abrigo, prometiéndole que una vez acabada la guerra iba a escucharlo en la radio polaca. Sin embargo, después del fin del conflicto, en las escenas finales de la película, veíamos a Hosenfeld prisionero de los soviéticos junto al resto de su unidad, mientras que Szpilman aparecía interpretando triunfalmente una pieza de Chopin (la Polonesa Brillante en Mi Mayor op. 22) frente a una gran audiencia en Varsovia.

En los los créditos finales de la cinta, como corolario, nos enterábamos finalmente que Szpilman había vivido el resto de su vida en Polonia hasta su muerte en el año 2000, mientras que el capitán nazi que lo había ayudado a sobrevivir, Wilm Hosenfeld, había fallecido en 1952 en un campo de prisioneros de guerra soviético.

La película “El Pianista”, tras su estreno, fue unánimemente alabada por la crítica, que afirmó que era el mejor trabajo del cineasta Roman Polanski en años. El famoso crítico Roger Ebert, del Chicago Sun-Times reseñó que “Polanski realmente refleja lo que quiere decir, mostrar a Szpilman como un sobreviviente y no como un luchador o un héroe”, mientras que el diario The New York Times publicó que “el encuentro de Szpilman, en los últimos días de la guerra, con un oficial alemán amante de la música, cortejó el sentimentalismo asociando el amor al arte con la decencia moral”.

A casi dos décadas del estreno de “El Pianista” así luce hoy su elenco:

1) Adrien Brody (Władysław Szpilman):

2) Thomas Kretschmann (capitán Wilm Hosenfeld):

3) Ed Stoppard (Henryk Szpilman):

4) Emilia Fox (Dorota):

5) Frank Finlay (padre de Władysław Szpilman) (1926-2016):

6) Maureen Lipman (madre de Władysław Szpilman):

7) Daniel Caltagirone (Majorek):

8) Julia Rayner (Regina Szpilman):

9) Jessica Kate Meyer (Halina Szpilman):