Siguiendo los pasos del cantante Johnny Cash, quien grabó allí en 1969 un histórico concierto, los cuatro integrantes de Metallica se desplazaron el año 2003 a la legendaria cárcel de San Quintín (San Quentin StatePrison), en California, para la promoción de su álbum “St. Anger” y para filmar el videoclip de la canción homónima, brindando al día siguiente un concierto gratis de una hora para un enfervorizado grupo de reclusos.

La canción “St. Anger”, cuyo videoclip fue el primero en el que apareció el bajista Robert Trujillo como miembro oficial de la banda tras la salida de Jason Newsted, no podía ser más pertinente para la ocasión pues su letra trataba de como canalizar la ira y convertirla en energía positiva, algo por cierto muy necesario para el día a día de un recluso.

Como anécdota de esta histórica visita de Metallica hay que consignar que en ese momento en la célebre prisión de San Quintín se encontraba recluido el temido asesino en serie Richard Ramírez -conocido como “The Night Stalker” o “El Acosador Nocturno”-, fanático de la banda que estaba en el corredor de la muerte a la espera de ser ejecutado tras ser declarado culpable de más de 43 crímenes, incluidos 13 cargos de asesinato.

El guitarrista Kirk Hammett recordaría que en esa ocasión “recibí algo realmente genial por parte de uno de los oficiales correccionales. Era una revista que nos tenía a nosotros en la portada y la etiqueta de suscripción decía ‘Richard Ramírez’, el asesino que estaba en San Quentin mientras estábamos filmando el video. Era un fan de Metallica, pero estaba en el corredor de la muerte por lo que solo podía oírnos. Todavía tengo la revista. Es una pequeña y bonita chuchería”.

Reflexionando sobre aquella experiencia, Hammett agregó que “había algunas mujeres que vinieron con nosotros y tuvieron que limitarse a una determinada zona porque era demasiado peligroso que incluso las vieran. En un momento, uno de los reclusos me gritó y me dijo: ‘¡Oye, Kirk, conozco a tu mamá!’ y yo estaba como, ‘¿Disculpa?’ Y él dijo ‘Sí, yo solía cortarle el césped!’ y agregó que conocía bien el barrio. Yo pensaba cosas como ‘¡Podría conocer más gente aquí de lo que pensaba!’ Pero fue genial, fue muy tranquilo. Todos los reclusos estaban muy agradecidos de que estuviéramos allí. Fue una distracción para ellos”.

Video de Metallica en la cárcel de San Quintín: “St. Anger” (2003):