El 29 de marzo de 1998, el extenista chileno Marcelo “Chino” Ríos, tras vencer en la final del torneo Lipton Cup de Miami al norteamericano André Agassi, se transformó en el tenista N° 1 del ranking ATP, el primer sudamericano en conseguirlo.

Se trató, sin dudas, de un logro histórico que, en opinión de los entendidos, se debió a tres factores: el talento innato del tenista zurdo de Vitacura, el apoyo crucial de su entrenador, el norteamericano Larry Stefanski (quien había sido entrenador de John McEnroe) y el riguroso trabajo de su preparador físico y amigo, Manuel Astorga.

Marcelo Ríos.

La relación de Marcelo Ríos y Manuel Astorga era, por cierto, muy cercana. Después que la prensa nacional de farándula publicara unas comprometedoras fotos que mostraban al pelilargo tenista chileno en una discoteca de París acompañado de una hermosa joven con pelo ensortijado, la novia del tenista, la costarricense Giuliana Sotela, terminó de inmediato el noviazgo. Desconsolado, Ríos convocó a una conferencia de prensa donde hizo un mea culpa por su infidelidad, le pidió perdón a su novia públicamente y terminó incluso soltando unas lágrimas de arrepentimiento. En ese momento, su preparador físico, Manuel Astorga, se encontraba a su lado e incluso lo abrazó para consolarlo.

Un emocionado Marcelo Ríos terminando la famosa conferencia de prensa donde le pidió perdón a su novia por una infidelidad cometida en Europa. Su preparador físico, Manuel Astorga, aparece sentado a su lado.

Sin embargo, lo que parecía una amistad para toda la vida, terminaría abruptamente en enero del 2000, en el hermoso balneario de Puerto Velero, a 400 kilómetros al norte de Santiago, el lugar donde el ex número uno del mundo (quien por entonces se encontraba ubicado en el lugar 8º del ranking ATP) efectuaba su trabajo de pretemporada y de recuperación tras una larga lesión.

Marcelo Ríos y Manuel Astorga.

En ese lugar, en un confuso incidente, Marcelo Ríos, a bordo de su automóvil, atropelló a su preparador físico, causándole una seria lesión. El “Chino”, al parecer, había querido jugarle una broma a Astorga cuando éste se bajaba del auto, simulando que iba a atropellarlo, sin embargo, la broma habría resultado mal, pues Ríos terminó pasándole el auto por encima, causándole una seria lesión en su rodilla.

El hecho se conocería de boca del propio Manuel Astorga, quien explicaría a la prensa que “no conté la historia porque no quería que saliera perjudicado Marcelo, pero fue obviamente sin intención. Desgraciadamente al bajarme de su vehículo, él pensó en hacer una broma o algo así, pero arrancó el automóvil antes y pasó por encima de mi pierna”.

El estado en que quedó el preparador físico Manuel Astorga después de ser atropellado por el “Chino” Ríos.

Lo insólito de la situación es que después que Astorga filtrara su accidente a la prensa, el tenista montó en cólera y despidió ipso facto al preparador físico, quien, después de un tiempo de silencio, reaccionaría entablando una demanda por lo ocurrido. La amistad del célebre deportista y su preparador físico se había trasformado en una enemistad que ya tiene más de 20 años.

Hace un tiempo, luego que Manuel Astorga fuera contratado como comentarista en el canal Fox Sorts Radio Chile, el “Chino” utilizó su cuenta de Instagram para burlarse de la participación de su ex preparador físico en un programa televisivo: “Quiero felicitar a Fox Sports Radio por su gran sentido del humor y la manera de agarrar pa’l hueveo (SIC) en vivo al pobre huevón (SIC) de Manuel Astorga. Cómo es posible que Manuel Astorga creyéndose un huevón (SIC) vivo no se da cuenta que lo están hueviando (SIC) hace una hora. Qué pena que haya quedado como un hue’a (SIC) nuevamente para todo Chile. Espero mi invitación al programa, prometo no hablar huevadas(SIC)”, escribió el ex N° 1 del mundo.

Astorga no dejaría pasar el venenoso comentario y respondió de la siguiente manera al ex tenista: “Cuando los antecedentes están marcados en la vida de una persona, donde se recalca pocos aciertos y desaciertos muchos reñidos con las buenas costumbres, con el respeto, con la nobleza de respetar al prójimo. Se entiende que viene de alguien que tiene patologías psiquiátricas. Los aciertos que tiene son virtuosos cuando toma una raqueta. Pero los desaciertos son mayoría. El año 2004 creo, cuando estaba con otro PF, fue detenido en Italia por agredir a la policía; después orinó a la gente en La Serena; después toqueteó a otra persona en el Bar Liguria; accidentes, sin considerar siquiera mi atropello. Me insultó, me denostó, me despidió y me atropelló. Cuando dice que los periodistas que la chupen y suma y sigue. Y hay gente que le presta ropa a este tipo de persona”.

Astorga agregaría que “si yo caigo en la bajeza de abrir el tarro y hablar todo lo que yo sé, sería muy difícil para él volver al país. Si hablo, dejo la crema. Pero como mis padres me enseñaron a entregarle cobijo al que necesita comprensión, pese a que insulta a sinnúmero de sujetos, mantendré la templanza. Aún cuando vea que me insulte. Soy docente, profesor de Estado y licenciado en educación y pedagogía. Mi interés es entregar herramientas para que la gente entienda por qué pasan cosas en el deporte. Estoy interesado en mis actividades. Llegará un momento en que me pille mal parado y voy a destapar la olla. Después de eso veremos si tiene la valentía de dar alguna entrevista. Hablamos de alguien con carencias, falencias y patologías”.

Marcelo Ríos junto al futbolista Arturo Vidal.

En julio del 2020, finalmente, se viviría el último capítulo de la enemistad entre Marcelo Ríos y Manuel Astorga. En Instagram, el “Chino” compartió una captura de pantalla de la entrevista realizada a Juan Ramírez, preparador físico personal del famoso futbolista nacional Arturo Vidal, comentando que en su etapa como tenista activo no había tenido la suerte de contar con un colaborador a su altura.

“Al ver esta entrevista, y que tengas la posibilidad de tener a tu lado un PF que sin conocerlo y viendo como te tiene físicamente se cacha que el tipo tiene muy claro su trabajo, eso me alegra mucho, ya que yo no tuve esa posibilidad de tener a alguien a mi lado que cada día me sintiera mejor”, escribió Ríos, quien agregaría en su particular estilo: “Es más, estuve 10 años con un payaso. Que ganas de volver atrás y poder tener a gente capacitada”.