Madeleine McCann cumpliría 18 años este mes: Su desaparición aún sigue conmocionando al mundo

El 3 de mayo del 2007 la menor de 3 años de edad desapareció desde un complejo hotelero en Portugal.

Guía de: Los 2000

El 12 de mayo del 2021 la pequeña niña inglesa Madeleine McCann, desaparecida en extrañas circunstancias el año 2007 desde un complejo turístico en Portugal, hubiera cumplido 18 años de edad. Su misteriosa desaparición conmocionaría al mundo, aunque muchos hoy, a su pesar, creen que Maddie no aparecerá jamás, pues estaría muerta.

Madeleine McCann.

Madeleine McCann.

Los primeros antecedentes del caso se remiten al 3 de mayo del 2007, cuando Madeleine McCann -quien por entonces tenía sólo tres años de edad- y sus dos hermanos menores dormían en un apartamento de un complejo hotelero ubicado en la localidad turística de Praia da Luz, en la región de Algarve, Portugal, mientras sus padres, Kate y Gerry, cenaban con unos amigos en un restaurante ubicado en el mismo complejo y a escasos metros de los niños. El matrimonio Mc Cann, por cierto, había acordado que irían alternativamente a su habitación cada media hora para ver cómo estaban sus tres hijos.

Poco después de las 21:00 horas, el padre de Maddie fue a su apartamento para chequear cómo se encontraban sus tres vástagos: los mellizos Sean y Amelie dormían plácidamente, al igual que su hermana mayor, Madeleine, quien se encontraba recostada sobre su lado izquierdo y con las piernas tapadas con la sábana. Gerry McCann regresó entonces al restaurante, donde el resto de los comensales departían a la espera de que sirvieran la cena.

El complejo hotelero ubicado en Praia da Luz, Portugal, desde donde desapareció la pequeña Madeleine McCann.

El complejo hotelero ubicado en Praia da Luz, Portugal, desde donde desapareció la pequeña Madeleine McCann.

Después de comer y 30 minutos más tarde, fue Kate McCann quien fue al apartamento para ver cómo estaban sus hijos. Sin embargo, al entrar, observó con espanto que la pequeña Madeleine no estaba en su habitación. Los hermanos gemelos, en tanto, seguían durmiendo. La puerta no estaba forzada y sólo había una ventana entreabierta. Era la noche del 3 de mayo de 2007. Madeleine había desaparecido y comenzaba una pesadilla para la familia McCann que ha durado 14 años y que aún no termina.

Madeleine McCann había nacido en Leicester, Inglaterra, el 12 de mayo de 2003 y llegó al mundo después de que sus padres, Gerry (cardiólogo del Hospital Glenfield) y Kate (quien ejercía como médico en Melton Mowbray), se sometieran a varios tratamientos de fertilidad. Tras su nacimiento, Madeleine, una despierta niña rubia, colmó a sus progenitores de felicidad. Además de su belleza tenía un rasgo físico bastante peculiar: sus ojos eran de diferente color. El izquierdo era azul verdoso, mientras que el derecho era verde y tenía una hendidura en el iris conocida como coloboma, la cual consistía en una línea negra que alcanzaba desde la pupila hacia el borde del globo ocular.

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Luego que los desesperados padres de Madeleine McCann informaran de la desaparición de su hija a las autoridades del hotel y a la policía, el personal policial y los huéspedes del hotel iniciaron una búsqueda que se prolongó hasta el amanecer. Entretanto, la policía fronteriza y el personal del aeropuerto eran puestos en alerta y cientos de voluntarios se unieron a los esfuerzos para encontrar a la niña en los días siguientes.

El 12 de mayo del 2007 el matrimonio McCann informó que no podían “describir la angustia y la desesperación” que sentían por la desaparición de su hija, mientras que la policía portuguesa informaba que Madeleine posiblemente había sido secuestrada, pero que todavía estaba viva y seguía en territorio de Portugal. El 26 de mayo la policía publicó una descripción de un hombre visto la noche de la desaparición de Madeleine, posiblemente cargando a un menor en sus brazos.

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Un mes más tarde, un jefe de policía portugués admitió que pistas forenses importantes pudieron haber sido destruidas, ya que la escena de la desaparición no había sido preservada adecuadamente, pues el día de la desaparición de Madeleine entró demasiada gente en el apartamento, no hubo control y pudieron desaparecer pruebas importantes. El tiempo probaría que la mala instrucción del caso permitió que el sospechoso lograra huir y la obsesión de la policía portuguesa por culpar a los padres de Madeleine en las meses siguientes hizo que se perdiera un tiempo precioso.

En agosto del 2007, luego de 100 días desde la desaparición oficial de Maddie, los investigadores portugueses reconocieron públicamente la posibilidad de que la niña británica podía no ser encontrada con vida. En septiembre los padres de Madeleine fueron interrogados por la policía portuguesa en calidad de “arguidos” (“sospechosos”), aunque días después los McCann regresarían al Reino Unido.

En noviembre de ese mismo año Gerry McCann publicó un video en el que decía que su familia había sido observada por “un depredador sexual” en los días previos a la desaparición de su hija. En enero del 2008 los McCann publicaron bocetos de un sospechoso, basados en una descripción hecha por un turista británico que vio a un “hombre espeluznante” cerca del resort.

Gerry y kate, los padres de Madeleine McCann, mostrando una foto de su desaparecida hija.

Gerry y kate, los padres de Madeleine McCann, mostrando una foto de su desaparecida hija.

En noviembre del 2010 el matrimonio McCann firmó un acuerdo editorial para escribir un libro sobre la desaparición de Madeleine, que saldría a la venta en mayo del 2011, mientras que el año 2013 la BBC Crimewatch presentó imágenes de un hombre visto llevando a un menor rubio de 3 o 4 años en Praia da Luz, aproximadamente en el mismo momento en que Madeleine desapareció.

El caso de Madeleine Mc Cann volvería a reactivarse seis años más tarde, en junio del 2019, cuando la policía alemana reveló que un pedófilo alemán de 43 años, llamado Christian Bruekner, era el principal sospechoso del caso. Los investigadores alemanes, en todo caso, clasificaron el caso como una investigación de asesinato, asumiendo que Madeleine McCann estaba muerta.

Según la policía alemana, Christian Brueckner habia vivido en la región portuguesa de Algarve durante nueve años y su teléfono móvil lo situó en la noche de la desaparición de Maddie a escasos metros del hotel en los que se alojaban los McCann, pues realizó una llamada de 30 minutos cerca de los apartamentos poco antes de la desaparición de la niña británica. El día anterior Bruekner, además, se despidió de su novia y le dijo que tenía que hacer un trabajo importante y que quizás podrían estar un tiempo sin verse.

Christian Bruekner, el principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann.

Christian Bruekner, el principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann.

Brueckner había sido condenado por abuso de menores en Alemania y cuando salió libre, en 1995, se trasladó a Portugal, donde vivió básicamente de los robos en apartamentos. Brueckner, de hecho, alardeaba entre sus amigos de su capacidad para colarse ilegalmente en los apartamentos y robar incluso con los turistas dentro, llegando a reconocer a una de las personas de su círculo más cercano que soñaba con violar a una menor.

El austríaco Michael Tatschl, de actuales 47 años y quien convivió con Brueckner en Praia da Luz, el mismo lugar donde desapareció Madeleine McCann, comentaría a la prensa inglesa que “sé que él lo hizo. Él era un pervertido y más que capaz de arrebatar un niño para forzarlo sexualmente o por dinero. Siempre me contaba acerca de su habilidad para filtrarse en los apartamentos y habitaciones de hoteles para robar a los turistas. También era un usuario de la dark web, que utilizaba para traficar pornografía y drogas. No sé exactamente lo que hacía, pero sospecho que se involucraba en drogas y pornografía. Robaba dinero, objetos de valor y pasaportes. Tenía un escondite en su casa, en el techo. Tenía el dinero y los pasaportes escondidos allí. Siempre se jactaba de dinero y de ganar dinero. Incluso habló de vender niños, tal vez a Marruecos. Creo que probablemente le vendió a Maddie a alguien. Tal vez a un círculo sexual. Estaba viviendo con él en ese momento. Él era mi mejor amigo. Sé que lo hizo. Definitivamente era un pervertido. Todos sus amigos pensaban eso de él. Tuvo algunos problemas sexuales”.

El pedófilo alemán Christian Brueckner, sospechoso de haber secuestrado a Madeleine McCann, y su ex mejor amigo Michael Tatschl, quien vivió con él en Praia da Luz.

El pedófilo alemán Christian Brueckner, sospechoso de haber secuestrado a Madeleine McCann, y su ex mejor amigo Michael Tatschl, quien vivió con él en Praia da Luz.

Brueckner había sido acusado de violar a una menor de 10 años antes de las desaparición de Madeleine Mc Cann, aunque actualmente cumple condena por tráfico de drogas y por la violación de una ciudadana norteamericana de 71 años en 2005. Ese año Brueckner irrumpió en el apartamento de la anciana y, no contento con robarle, también abusó sexualmente de ella.

Luego que la policía alemana allanara un predio ubicado en la ciudad de Neuwegersleben, donde Christian Brueckner tenía su “guarida”, se encontraron memorias y discos rígidos enterrados con más de 8000 imágenes y videos, además de trajes de baño y ropa de niños. Según la policía germana, las coincidencias temporales indican que el hombre de 44 años estuvo en Portugal con su “casa rodante” en 2007, el mismo año en que desapareció Madeleine. Además, el sospechoso le dijo una vez a sus amigos que ese vehículo era “el ideal para esconder drogas y niños”.

El fiscal a cargo de la investigación, el alemán Hans Christian Wolters, por lo pronto afirmaría que “tenemos pruebas contundentes de que Madeleine McCann está muerta y que nuestro sospechoso la mató”.

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Madeleine McCann cumpliría 18 años de edad el 12 de mayo del 2021. Sus padres, en varias entrevistas concedidas a la prensa de su país, han dicho que sueñan con poder reunirse con ella y recuperar el tiempo perdido en su casa de dos pisos ubicada en las afueras de Leicester. Sin embargo, también confesaron que durante estos 14 años aún no han podido quitarse de la cabeza las palabras que Madeleine les dijo en la mañana del día de su desaparición, cuando los regañó por no haber estado en su habitación cuando se despertó llorando.

Los McCann, por lo pronto, dicen que “todo lo que siempre hemos querido es encontrarla, descubrir la verdad y llevar a los responsables ante la justicia. Nunca renunciaremos a la esperanza de encontrar a Madeleine con vida, pero sea cual sea el resultado, deben saber que necesitamos encontrar la paz”.

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