Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger: La enconada rivalidad que terminó en una amistad de toda la vida
Guía de: Los 2000
- Jorge Fuentes
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Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger se encontraron cara a cara por primera vez en enero de 1977 en la ceremonia de los Globos de Oro. Sly por entonces había sido nominado por su notable trabajo como guionista y actor principal en la película “Rocky” (John Avildsen, 1976) y había acudido acompañado de su madre, mientras que el austríaco Arnie era el fisicoculturista que todos querían conocer gracias a la cinta de docu-ficción “Pumping Iron”, y que esa misma noche acabaría llevándose a casa el Globo de Oro a Nueva Estrella del Año por su papel secundario en la película “Stay Hungry” (1976).
La organización había decidido sentar a Stallone y su madre en la misma mesa que Arnold Schwarzenegger. Las cosas, en todo caso, no comenzaron bien entre ambos, pues la madre del actor de “Rocky” se acercó a Arnold para susurrarle que vestido así parecía un pianista, mientras que el propio Stallone pensó para sus adentros: “¿Quién es este tipo? Es igual de grande que toda la mesa”.
Por entonces Sylvester Stallone ya era mundialmente conocido como “Rocky”, el personaje más famoso y emblemático de su carrera, y se encontraba en la vanguardia de los blockbusters, mientras que Schwarzenegger aún no explotaba como actor y sus intervenciones en el cine no eran tomadas demasiado en serio. Pocos creían que aquel musculoso joven austríaco de mandíbula cuadrada que apenas hablaba inglés (con un muy divertido acento que sólo a momentos era inteligible) llegaría tan lejos, tanto en el cine como en la política.
Sin embargo, tras el éxito mundial de Arnold Schwarzenegger en la cintas “Conan, El Bárbaro” (John Millius, 1982) y, especialmente, “Terminator “(James Cameron, 1984), todos supieron que había nacido una nueva estrella en Hollywood. Por entonces comenzarían los primeros mensajes de Arnie contra Stallone -quien acababa de anotarse otro éxito mundial con la película “Rambo” y las tres primeras secuelas de la película “Rocky”-, acusándolo de utilizar dobles en sus escenas de acción.
En 1985, mientras se encontraba promocionando la película “Commando” (Mark L. Lester, 1985), Schwarzenegger comenzó a cuestionar la valía de Sylvester Stallone como tipo duro, tal como dejó de manifiesto en unas declaraciones que hizo al periódico News of the World: “Stallone usa dobles para algunos primeros planos de sus películas. Yo no lo hago”.
En 1985 Arnold Schwarzenegger, que ese año protagonizó la película “El guerrero rojo” junto a la bella actriz Brigitte Nielsen, quien por entonces era la flamante esposa de Sylvester Stallone, confesó que había tenido un affaire —corroborado en sus memorias— con ella durante el rodaje de la cinta, aunque había decidido cortar a tiempo la relación para que no se enterara su prometida Maria Shriver. De modo que, según Arnold, convenció a Nielsen para que saliera con su rival.
Sylvester Stallone, que en la segunda mitad de los ’80 protagonizaría otras populares cintas como “Cobra, el brazo fuerte de la ley”, “Halcón” y la tercera parte de “Rambo”, recordaría así aquellos días en el programa de David Letterman:
“Nos odiábamos de forma violenta. ¿Alguna vez has vivido eso? Una competición donde tu enemigo saca lo mejor que llevas dentro (…) Tras un tiempo, me empezó a gustar esta rivalidad, este duelo. Él sacaba un arma más grande. Yo disparaba a más gente. Él disparaba a más gente”.
Arnold Schwarzenegger, quien en la segunda mitad de la década también se anotaría otros éxitos en la taquilla como “The Running Man”, “Danko, al Rojo Vivo”, y, especialmente, “Depredador” (John Mc Tiernan, 1987), también recordaría cómo las hostilidades entre ambos actores alcanzó ribetes insospechados:
“Se volvió todo tan absurdo que, de repente, estábamos compitiendo por quién tenía el cuerpo más musculoso. Y le dije: ‘Sly, olvídate de eso ahora mismo. ¡Porque sólo hay un siete veces ganador de Mr. Olympia, y ese soy yo!’. Pero entonces tuvimos que usar armas más grandes. Era una competición por quién tenía la pistola más grande, y luego el cuchillo más grande. ¿Recuerdan que el de Rambo creció tanto que parecía más bien una espada? ¡Nadie tiene un cuchillo así! Pero Stallone sacó uno, así que yo tuve que inventarme otro mayor aún. Así eran las cosas: ¿Quién mata a más gente en pantalla? ¿Quién hace más dinero en taquilla? ¿Quién arranca una producción con menos grasa muscular? Toda esta mierda empezó a ocurrir, y no había manera de pararla! Era increíble”.
En 1988 el periódico News of the World publicó un bombástico y sensacionalista artículo, firmado por la periodista Wendy Leigh y titulado “El secreto nazi de una estrella de Hollywood”, donde se afirmaba que el padre de Arnold Schwarzenegger, Gustav, había sido un ferviente simpatizante de Adolf Hitler y un oscuro funcionario nazi que incluso había conducido personalmente a grupos de judíos a los campos de concentración.
Posteriormente se sabría que Gustav Schwarzenegger, el padre de Arnold, quien había sido jefe de la policía austríaca, inspector postal y policía militar, como muchos austríacos de entonces, también había sido miembro del Partido Nazi, e incluso había servido como miembro de la Feldgendarmerie (policía militar) durante la Segunda Guerra Mundial en Polonia, Francia, Bélgica, Ucrania, Lituania y Rusia, ganando una Cruz de Hierro por su valor. Sin embargo, Ursula Schwarz, una historiadora del Centro de Resistencia austriaca de Viena, comentaría que la carrera de Gustav Schwarzenegger había sido la típica de su generación y no existía evidencia que lo conectara directamente con la participación en crímenes de guerra o abusos contra civiles.
Según se sabría después, la única fuente de información que la periodista Wendy Leigh había manejado en su sensacionalista reportaje, así como en la biografía no autorizada de Arnold Schwarzenegger que publicó un par de años después, fue Sylvester Stallone.
La dulce venganza de Arnold Schwarzenegger llegaría en 1991, cuando le ofrecieron protagonizar una burda comedia llamada “¡Alto!, o mi madre dispara’”. Cuando Arnold leyó el guión y descubrió que era verdaderamente horrible, tuvo un momento de inspiración:
“Ese guión era tan malo… Yo también he hecho películas que fueron directamente al inodoro, ¿verdad? Películas malas, pero esta era realmente mala. Así que me dije a mí mismo, y esto sucedió durante nuestra guerra, que filtraría mi tremendo interés en hacer el guión de esa cinta. Sé cómo funciona Hollywood. Después pediría un montón de dinero para que ellos dijeran: ‘Ofrezcámoselo a Sly, quizá podamos convencerlo de que lo haga por menos’. Así que acudieron a él: ‘Schwarzenegger está interesado, aquí están los recortes de prensa, ha hablado de ello. Si quieres quitársela, está disponible’. ¡Y Stallone picó! Fue de cabeza. Una semana después, escuché que Sly iba a hacer la película. En ese momento pensé: ‘¡Sí!’”.
Estrenada en 1992, la película “¡Alto!, o mi madre dispara” fue el bodrio que Arnie había pronosticado, demostrando de paso que Sylvester Stallone tenía escasas aptitudes para la comedia. Desde aquel momento, Stallone dejó de intentar hacer película humorísticas, centrándose en los tiros y explosiones a medida que daba algunos pasos hacia la ciencia-ficción de alto presupuesto, terreno en el que Arnold Schwarzenegger ya era un verdadero maestro, con cintas ya clásicas como “Total Recall” (Paul Verhoeven, 1990) y “Terminator 2″ (James Cameron, 1991), además de anotarse dos éxitos en el cine de comedia, con las películas “Gemelos” y “Un Detective en el Kindergarten”, ambas de 1988.
Sin embargo, a principios de los ’90 la rivalidad entre estos dos colosos del cine de acción de la época comenzaría a amainar. En mayo de 1990 se encontraron frente a frente durante la edición de ese año del Festival de Cannes y, en lugar de ignorarse, insultarse o intentar matarse el uno al otro, estos enemigos íntimos… se pusieron a bailar un vals, ante la sorpresa de los paparazzis y las risas de todos los presentes.
Posteriormente, ambos actores se harían socios junto al actor Bruce Willis de Planet Hollywood, una cadena de restaurantes temáticos que los volvió aún más ricos.
En el 2000, The Hollywood Reporter informó de algo inconcebible: Los dos mayores enemigos de la historia del cine de acción estaban dispuestos a reducir sus salarios para co-protagonizar un blockbuster, lo que fue una confirmación del cese total a las hostilidades y el comienzo de una verdadera amistad. Ese proyecto cinematográfico, en todo caso, no se realizaría pues Arnold Schwarzenegger en el nuevo milenio dejaría congelada su carrera de actor para concentrarse en su carrera política, siendo elegido gobernador de California en dos períodos consecutivos, entre 2003 y 2011.
El 2010 Sylvester Stallone convocó a Arnold Schwarzenegger para hacer hacer un cameo en la exitosa cinta “The Expendables”, junto a otros héroes del cine de acción como Bruce Willis, Jet Li y Jason Statham, lo que permitió que los espectadores pudieran ver por primera vez a Willis, Stallone y Schwarzenegger juntos en una secuencia.
En el 2013, finalmente, Sly y Arnie protagonizarían la cinta “Plan de escape”, donde personificaron a dos veteranos presidiarios que intentaban escapar de una cárcel futurista.
El 30 de julio de 2017, día en que Arnold Schwarzenegger cumplió 70 años, Sylvester Stallone felicitó a su amigo por medio de un video que publicó en su cuenta de Instagram, diciéndole lo siguiente: “Eres genial porque nunca te rindes. No abandonas y nunca lo has hecho. Tienes una energía arrolladora, has sido el mejor enemigo que he tenido nunca y aún mejor como amigo. Eso es todo lo que puedo decir de ti”.
Lo último que se supo de estos antiguos enemigos convertidos hoy en verdaderos amigos de toda la vida, fueron unas fotos publicadas por Sylvester Stallone en julio del 2021 en su cuenta de Instagram, donde éste aparecía junto a un barbudo Arnold Schwarzenegger, los dos abrazados y sonrientes. Según detalló Sly en esa oportunidad, se habían reencontrado tras la pandemia un año después de haberse visto por última vez.
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