A fines de los años 70′ y comienzos de los 80′ una de las series televisivas más populares y exitosas de nuestro país fue, sin duda, Starsky & Hutch, serie de 92 capítulos que tenía como protagonistas a dos carismáticos hombres de la ley: David Starsky (Paul Michael Glaser) y Kenneth “Hutch” Hutchinson (David Soul), una pareja de detectives de civil que diariamente resolvía crímenes en el distrito de Bay City, California, bajo las órdenes del malhumorado capitán Dobey y ayudados de vez en cuando por el “contacto” que tenían en los bajos fondos, el extravagante Huggy Bear.

Obviando el natural protagonismo de la pareja estelar de la serie, el tercer gran protagonista de “Starsky & Hutch”, sobre todo en las escenas de acción, fue el inolvidable automóvil Ford Gran Torino rojo, modelo 1975, propiedad de Starsky.

En efecto, hoy todavía son muchos los que identifican a esta recordada serie por este automóvil. Y era tal su importancia que entre los guionistas del programa tuvo un trato similar al de un actor. De hecho, se realizó un casting para elegir el modelo adecuado por el que pasaron decenas de vehículos.

A pesar de que inicialmente estaba previsto usar en la serie un Chevrolet Camaro, la compañía Ford se impuso cuando los productores Aaron Spelling y Leonard Goldberg tomaron el control de la serie. Y sería el coordinador de transportes de estos ejecutivos, George Grenier, quien tuvo la idea de pintar las rayas blancas a ambos lados del automóvil.

Además, el coche fue equipado con lujosas llantas de aluminio de 15 pulgadas y entradas de aire más grandes, y un potente motor V8 de 6,5 litros o 5,7 litros Windsor, dependiendo del año.

De ese modo, los creadores de la serie “Starsky & Hutch” acababan de crear un verdadero ícono televisivo, un referente automovilístico que triunfaría como merchandising oficial de la serie.

Como todos los fanáticos de esta serie recordarán, Hutch también utilizaba eventualmente su propio automóvil. Se trataba de un Ford Galaxie 500 de 1973, automóvil poco llamativo que carecía de glamour, pero que en cambio tenía una autenticidad que Hutch se encargaba de recordar cada vez que se refería humorísticamente al Gran Torino de Starsky, al que llamaba el “Tomate con rayas”.

El Gran Torino, en general, fue un coche muy popular para la compañía Ford y su venta se vio impulsada por la gran popularidad de la serie “Starsky & Hutch”. Según los informes de esa compañía automotriz, se vendieron más de 400.000 unidades al año durante su período de producción, entre 1968 y 1976.

Antes de finalizar definitivamente con su producción, Ford lanzó en 1976 una edición limitada de 1.000 unidades del modelo que se usaba en la serie, bajo el nombre de “Gran Torino Starsky & Hutch”, considerado hoy una pieza automovilística de colección muy difícil de encontrar.

Durante el rodaje de “Starsky & Hutch” se utilizaron siempre dos modelos de Ford Gran Torino: uno para las escenas de acción en la calle y otro que incorporaba una cámara en la parte delantera para grabar a los dos protagonistas en su interior, en las clásicas persecuciones por la ciudad. En la actualidad, los dos Gran Torinos utilizados en la serie son propiedad de coleccionistas privados en Ohio y New Jersey.

Como anécdota de este histórico y recordado automóvil televisivo, se puede mencionar que los dos actores de la serie original, Paul Michael Glaser y David Soul, al parecer no simpatizaban demasiado con el coche, pues pensaban que era demasiado extravagante y llamativo para ser un vehículo de policía encubierto. De hecho, se decía que Glaser lo maltrataba intencionadamente, estrellándolo contra los bordillos y destrozándolo cada vez que podía.

El “Tomate rayado”, de todos modos, se convertiría en todo un ícono de la televisión mundial y un personaje tan popular como los dos protagonistas de “Starsky & Hutch”.

Hoy, de hecho, es tan recordado como el General Lee, el Dodge Charger de “Los Dukes de Hazzard” o como el inteligente K.I.T.T., el Pontiac Trans Am que tripulaba David Hasselhoff en “El Auto Fantástico”.