La película “El Regreso del Jedi” (1983), el capítulo final de la trilogía original de “La Guerra de las galaxias”, entregó varias escenas de antología que impactaron a la audiencia. Fue el caso del duelo final con espadas láser entre Luke Skywalker y Darth Vader, el momento en que Luke le saca la máscara al mismo Darth Vader o la frenética batalla en el desierto de Tatooine, cuando el mismo Luke, Han Solo y Chewbacca evitan caer en las fauces del espantoso monstruo Sarlacc. Sin embargo, una de las imágenes más icónicas de esa cinta corrió por cuenta de la actriz Carrie Fisher y su personaje, la princesa Leia, quien, al principio de la película, tras ser capturada por el malvado gangster Jabba The Hutt, es reducida a la esclavitud y forzada a usar un sensual bikini dorado metálico, prenda que, por supuesto, hizo furor entre los espectadores masculinos.

El traje en cuestión consistía en un sujetador (estampado, de color cobrizo y con un escote profundo y curvado que se sujetaba tras el cuello y a la espalda con un cordón), una braga (que constaba de un faldón rojo de seda con una placa cobriza delante a modo de taparrabo) y varios accesorios como unas botas altas de cuero, un pasador que le sujetaba el cabello trenzado sobre el hombro derecho, dos pulseras, un brazalete con forma de serpiente, un collar y una gran cadena que la unía a Jabba The Hutt, su captor. Leia, usando esta misma cadena, en la secuencia en que sus amigos se salvan de caer en las fauces del monstruo Sarlacc, se las arreglaba para asfixiar al repulsivo Jabba The Hutt hasta matarlo.

El mentado bikini dorado metálico, tras el estreno de “El Regreso del Jedi”, en 1983, se convirtió en un ícono de la cultura pop y convirtió a Carrie Fisher en un símbolo sexual. Hasta el día de hoy, de hecho, el atuendo es imitado por las fans femeninas de la saga en los eventos de “La Guerra de las galaxias” y en fiestas tradicionales como Halloween. Un redactor de la revista Wired aventuró que el motivo para la celebridad eterna de esta vestimenta fue, “sin duda, que la visión de Carrie Fisher en ese bañador dorado de ciencia ficción se grabó a fuego en el subconsciente sudoroso de una generación de fans púberes en la primavera de 1983″.

El bikini dorado de la Princesa Leia fue concebida por la diseñadora de vestuario Aggie Guerard Rodgers, que trabajaba con George Lucas desde su película “American Graffiti”, y por Nilo Rodis-Jamero, director artístico de efectos visuales de “El imperio contraataca”. Este último declaró que el diseño estaba inspirado en el trabajo del artista de ciencia ficción Frank Frazetta, quien “realmente amaba el cuerpo femenino”, y en los dibujos de mujeres con bikinis metálicos, que servían supuestamente como armaduras, del ilustrador Earle K. Bergey, portadista de la revista “Fantastic Story Magazine”.

Aggie Guerard Rodgers contaría años más tarde que George Lucas no le había dado grandes detalles del vestuario que iban a usar los personajes en el palacio de Jabba The Hutt, pero claramente quería que la princesa Leia usara “algo especial”. “Sus ojos comenzaron a brillar cuando hablamos de ello. El departamento de vestuario hizo un molde del torso de Carrie Fisher para que se ajustara a su cuerpo a la perfección y se hicieron varias versiones del traje para que se viera bien en diferentes tomas. Una era una pieza de metal duro que Fisher llevaba cuando no realizaba ninguna acrobacia y otra una pieza de goma que formamos para que sintiera cómoda en las escenas de acción. Todas las piezas estaban forradas con cuero para que no se irritara su cuerpo”, reveló.

El bosquejo original del bikini dorado de la princesa Leia.

La fallecida actriz Carrie Fisher confesó una vez que el atuendo era tan incómodo que lo describió como “lo que las supermodelos usarían en el séptimo anillo del infierno. Pero pocos sospechaban que a los fans masculinos de la saga les iba a encantar el atuendo”.

Tres años después que la compañía Disney comprara los derechos de la franquicia de la saga de “Star Wars”, el bikini de esclava de la Princesa Leia volvió a aparecer en la palestra, cuando un grupo de padres reclamó por la venta de un juguete donde aparecía la princesa Leia usando el bikini metálico, y con una cadena alrededor de su cuello. Luego que Disney sacara el juguete del mercado, la actriz Carrie Fisher se limitó a señalar que “a esos padres que no saben como explicarles a sus hijas por qué la princesa usa ese traje, sólo quiero decirles que les digan simplemente que una babosa gigante me capturó y me obligó a usar ese traje estúpido. Luego la maté porque no me gustaba y luego me lo quité, en privado”.

El bikini dorado y metálico de la Princesa Leia ya forma parte de la cultura popular y ha sido homenajeado en varias y famosas series de televisión. En un episodio de la serie “Friends” emitido en 1996, por ejemplo, el personaje de Rachel Green (encarnado por la actriz Jennifer Aniston), se viste con el bikini de la princesa Leia para excitar a su novio Ross Geler (David Schwimmer), mientras que también aparece en un episodio de la sarcástica serie de dibujos animados “Padre de familia”.