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Los días de Christopher Reeve en Chile: Así se generó la visita del mejor “Superman”

Vino en 1987 para apoyar a un grupo de actores nacionales amenazados de muerte.

Guía de: Los 80

Los fanáticos del cómic Superman concuerdan en que el fallecido actor norteamericano Christopher Reeve (1952-2004) fue quien mejor interpretó al hombre de acero en la historia del cine y la televisión. Reeve, de 1.93 de estatura, ojos celestes y unos rasgos faciales que se parecían increíblemente a los de Superman, tuvo la virtud de no sólo interpretar magistralmente al superhéroe del planeta Kripton, mostrando los verdaderos valores que posee este personaje para con la humanidad, sino que también a su torpe alter ego, el periodista Clark Kent, combinándolos con el sentido del humor, timidez e ingenuidad de este personaje.

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En 1987, cuando Christopher Reeve interpretó a Superman por cuarta vez en la película “Superman IV”, en nuestro país el Gobierno Militar encabezado por el general Augusto Pinochet vivía su tramo final antes de la realización del histórico plebiscito de 1988, en un ambiente político muy hostil para los opositores.

Así lo comprobó un famoso grupo de 77 actores, actrices y dramaturgos nacionales (que incluía a artistas como Julio Jung, Nissim Sharim, Ana González, Mónica Echeverría, Luis Alarcón, Delfina Guzmán y Juan Radrigán, entre otros), quienes fueron amenazados de muerte tras recibir una misteriosa carta donde se les conminaba a abandonar el país antes del plazo de un mes.

“A contar de esta fecha: 30 de octubre de 1987, los siguientes testaferros del marxismo internacional tienen un mes de plazo para hacer abandono del país”, rezaba el documento firmado por el grupo Comando 135 – Acción Pacificadora Trizano, supuestamente ligado a la extrema derecha chilena.

María Elena Duvauchelle y Julio Jung, dos de los artistas chilenos que fueron amenazados de muerte en 1987.

María Elena Duvauchelle y Julio Jung, dos de los artistas chilenos que fueron amenazados de muerte en 1987.

La actriz María Elena Duvauchelle, quien por esa época era la secretaria del Sindicato de Actores (Sidarte) de Chile, recuerda que “de inmediato el escándalo llegó a oídos de las grandes estrellas de la época, quienes solidarizaron con nosotros. Recibimos cartas y llamadas de gente como Robert Redford, Robert De Niro, Jane Fonda, Laurence Olivier, Meryl Streep, Glenn Close, Glenda Jackson, Arthur Miller y Christopher Reeve. Entonces llamé al escritor chileno Ariel Dorfman, quien ya vivía en Estados Unidos, y a él se le ocurrió que si una estrella internacional venía a nuestro país y nos apoyaba y solidarizaba con nosotros podría ayudar a salvarnos, así que se puso manos a la obra. Habíamos pensado invitar a Jane Fonda, pero él dijo que Christopher Reeve, famoso mundialmente por su papel de Superman, era la persona ideal”.

 

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El dramaturgo Ariel Dorfman, autor de la obra de teatro “La muerte y la doncella” que llevara al cine el director Roman Polanski, publicó entonces una columna en The New York Times con el propósito de que la actriz Margot Kidder, quien personificaba a la reportera Louis Lane en la saga de Superman, contactara a Christopher Reeve. Sin embargo, dos semanas más tarde fue Reeve quien llamó por teléfono a Dorfman.

“¿Cuán peligroso es Chile para mí?”, preguntó Christopher Reeve por teléfono, a lo que Dorfman le respondió: “No puedo darte la menor garantía de que no te vayan a matar”. “¿Cómo podría ayudar entonces a mis colegas chilenos?”, volvió a preguntar Reeve, a lo que Dorfman le dijo: “Si vas, puedes salvarles la vida”. “Entonces, iré” (“Then, I’ll go”), dijo Reeve, comprometiéndose de inmediato a viajar a Chile.

Ariel Dorfman no pudo acompañar a Christopher Reeve porque ya había sido expulsado hace unos meses de Chile, aunque sí lo hizo su esposa, Angélica Malinarich. Reeve, sin guardaespaldas y sólo portando un bolso, llegó entonces al aeropuerto internacional de Santiago el lunes 30 de noviembre de 1987, el mismo día en que se cumplía el plazo fatal para que los 77 artistas chilenos abandonaran el país. Allí fue recibido por el actor Julio Jung y su esposa María Elena Duvauchelle.

 

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Julio Jung recordó que “lo primero que me llamó la atención de Reeve fue su gran estatura. Era tremendo pailón, medía 1.93, así que nos no costó nada reconocerlo, aunque me llamó poderosamente la atención que viniera solo con la mujer de Dorfman, sin esos gorilas que acompañan siempre a las celebridades. Él era muy sencillo”.

Su esposa, María Elena Duvauchelle, agregó que “cuando lo recibimos vivimos un pequeño chascarro porque lo fuimos a buscar en nuestro auto Mazda, que no era muy grande. Cuando Reeve se subió quedó muy incómodo, con sus rodillas casi tocando el techo del auto porque era muy alto y corpulento, pero él no se quejó. Era muy humilde y amable”.

El publicista, actor y presentador de televisión Jaime Celedón ofreció su casa en la comuna de Las Condes para hospedar a Christopher Reeve, aunque el intérprete de Superman antes de llegar allí primero quería darse una ducha, por lo que pararon en el departamento que la familia Jung Duvauchelle tenía en en la calle Merced, en pleno centro de Santiago.

Allí les abrió la puerta el hijo de la pareja, Julio Jung Duvauchelle, quien por entonces sólo tenía ocho años. “Cuando abrí la puerta, recuerdo que miré a mi papá, después a mi mama y después levanté mucho la cabeza para mirar a la tercera persona que estaba con ellos porque era un hombre muy alto, pero yo lo reconocí de inmediato. Era Superman y estaba en mi casa. No lo podía creer. Cuando entró habló conmigo y e incluso lo invité a mi pieza para mostrarle mis juguetes”.

El pequeño Julio Jung Duvauchelle junto a Christopher Reeve.

El pequeño Julio Jung Duvauchelle junto a Christopher Reeve.

María Elena Duvauchelle relató que el mismo día de la llegada de Reeve a Chile “habíamos convocado a un acto de los actores chilenos con él en el estadio Nataniel, cerca del Palacio de La Moneda, pero a última hora las autoridades no nos quisieron facilitar el local. Ya había casi dos mil personas adentro y mucha más afuera, y el pobre Christopher Reeve andaba detrás de nosotros con sus ojos rojos por las bombas lacrimógenas que habían lanzado en la calle. Cuando nos desalojaron se armó una especie de marcha hasta el Garage Matucana -ubicado cerca de la Estación Central- y recién ahí pudimos verlo y oírlo hablar para nosotros”.

En un improvisado escenario montado en el Garage Matucana, Christopher Reeve finalmente leería su mensaje de apoyo a los 77 artistas chilenos amenazados de muerte: “Estoy aquí de actor a actor, de trabajador a trabajador, de amigo a amigo…Esta situación es muy grave y va más allá de los cómics….Mi preocupación es con los derechos humanos”, dijo el actor de Superman, en medio de la ovación de sus colegas chilenos.

Christopher Reeve levanta su mano derecha en el acto organizado en el Garage Matucana.

Christopher Reeve levanta su mano derecha en el acto organizado en el Garage Matucana.

Según relataría el publicista Jaime Celedón, Christopher Reeve dormiría las tres noches de su estadía en Chile en su dormitorio, e incluso el actor no dudó en bañarse en la piscina junto a sus pequeños hijos: “Hicimos turnos con algunos actores para cuidarlo, y un día incluso caminamos por Providencia, desde Tobalaba hasta Pedro de Valdivia, y la gente solo lo saludaba. Probó las pastas de la Pizza Nostra de Providencia, y un día después estuvo en el desaparecido Galpón de Los Leones, bebiendo vino y cantando canciones de Violeta Parra”.

El publicista Jaime Celedón junto al actor Christopher Reeve, a quien hospedó en su casa.

El publicista Jaime Celedón junto al actor Christopher Reeve, a quien hospedó en su casa.

Gracias a la sorpresiva visita de Christopher Reeve a nuestro país, las amenazas de muerte en contra de los 77 artistas chilenos quedarían en nada. El jueves 3 de diciembre de 1987 el célebre actor de Superman regresaría a los Estados Unidos, aunque su nexo con nuestro país no se cortaría. En 1988 sería uno de los rostros que protagonizaron uno de los spots de la campaña del No para el plebiscito. “El voto es secreto…El futuro de su país está en sus manos”, dijo Reeve en esa oportunidad a la audiencia chilena.

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En 1996, un año después del grave accidente de equitación que lo paralizó de la cabeza a los pies y que lo postró hasta su muerte en una silla de ruedas, Reeve concedió dos entrevistas para la Teletón. Y en octubre del 2004, pocos meses antes de fallecer de un ataque cardíaco, el protagonista de Superman sería condecorado con la Orden Bernardo O’Higgins en el Grado de Gran Cruz, por la entonces canciller Soledad Alvear, quien lo visitó en su casa en Nueva York.

Christopher Reeve concediendo una entrevista durante su estadía en nuestro país.

Christopher Reeve concediendo una entrevista durante su estadía en nuestro país.

En esa ocasión, la canciller Soledad Alvear dijo: “Christopher Reeve fue una de esas personas que en los momentos cúspide de su carrera estuvieron dispuestos a alzar su voz en favor de los Derechos Humanos en Chile, en situaciones muy duras que vivió nuestro país y hoy hemos querido agradecer su solidaridad a través de esta distinción”, a lo que un emocionado y sonriente Reeve replicó: “Chile hoy es una nación próspera, que ha ganado su libertad con mucho sacrificio. Nunca olvidaré mi paso por Chile…Nunca podré”.

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