Hasta 1983, Luis Miguel era un precoz artista mexicano casi desconocido en nuestro país. Tras debutar en la nación azteca en 1982 con el disco “1+1= 2 enamorados”, álbum que grabó cuando sólo tenía 12 años, el artista mexicano de origen hispano-italiano llamó la atención de la audiencia musical latina de América del norte, lo que se reforzó con el lanzamiento de sus siguientes dos discos: “Directo al corazón” y “Decídete”.

Sin embargo, poco se sabía de él en nuestro país, y los pocos que lo conocían sólo lo calificaban como un niño carilindo que cantaba. Tuvo que llegar el año 1984 para que Luis Miguel Gallego Barberi –su verdadero nombre- comenzara a convertirse en un fenómeno musical de dimensiones continentales. Ese año, Luis Miguel lanzó al mercado su cuarto disco de estudio: el álbum “Palabra de honor”, grabado por Luis Miguel cuando sólo tenía 14 años, de la mano del músico Honorio Herrero y el productor español Juan Carlos Calderón, quien ya había trabajado con famosos cantantes y grupos de lengua hispana como Mocedades, Joan Manuel Serrat y Nino Bravo.

Este disco, tras su lanzamiento, fue de inmediato alabado por la crítica pues, aparte de sus indudables méritos musicales (la voz del adolescente mexicano ya sonaba más segura y versátil), le permitió a Luis Miguel dejar definitivamente atrás su imagen infantil, ganando una imagen de adolescente rebelde y sensible, seductor y provocador, más maduro y decidido, cantando 11 canciones que hablaban de temas como el amor, desamor, traición, infidelidad, reproches y hasta del uso de drogas entre los jóvenes adolescentes.

La joya del disco “Palabra de honor” era, sin duda, la canción que la daba título al álbum, una canción de 3 minutos, 32 segundos compuesta por Luis Gómez Escolar, Honorio Herrero y Julio Seijas, donde Luis Miguel desplegaba toda su incipiente destreza vocal, especialmente en su logrado clímax final. Este single, con su famoso coro “Te tengo que olvidar”, se transformaría así en una de las canciones más solicitadas por las adolescentes chilenas a fines de 1984 y principios de 1985, transformando al otrora desconocido adolescente mexicano en un ídolo de calcetineras, gracias a su voz y su imagen.

El disco “palabra de honor”, además del single homónimo, contenía otros sencillos de gran impacto radial, como las canciones “Un rock and roll sonó”, “La chica del bikini azul” y, especialmente, la canción “Me gustas tal como eres”, cantada a dúo por Luis Miguel y la cantante escocesa Sheena Easton. Gracias a este exitoso single, Luis Miguel obtendría un premio Grammy en 1985 por mejor interpretación a dúo, convirtiéndose en el cantante más joven en obtener dicho logro a sus 15 años.

Gracias al éxito continental del disco “Palabra de honor”, se popularizarían otros singles de los discos anteriores de Luis Miguel, como “Decídete” y “No me puedes dejar así”. Además, el joven artista mexicano se presentaría con gran éxito en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en 1985, en su primer gran éxito internacional fuera de las fronteras de México. En el histórico certamen viñamarino, Luis Miguel conseguiría el premio “Antorcha de plata”, el primer trofeo internacional de su carrera.

Luis Miguel presentándose por primera vez en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en 1985.

El impacto del disco “Palabra de honor” dejaría abonado el terreno para que Luis Miguel lanzara en los años siguientes de la década de los 80’ otros álbumes de gran impacto internacional, como el disco “Busca una mujer”, de 1988, que contenía la famosa canción “La incondicional”, tema que se encaramaría al número 1 en distintos países de América Latina. Pero esa, como se dice, es otra historia.

Video de Luis Miguel: “Palabra de honor”:

Video de Luis Miguel: “Un rock and roll sonó”:

Video de Luis Miguel & Sheena Easton: “Me gustas tal como eres”: