Análisis de Fastlane 2016: Inesperada emoción
- Gustavo Dávila, ex guía de Lucha Libre
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Lo hemos dicho antes: quizás una de las mejores cosas que le pueda pasar un evento, sea la falta de expectativas sobre su desarrollo. Anoche, en Fastlane, lo cierto es que pocos esperaban la calidad de luchas que se presentaron, donde la emoción fue llevada al límite, en la Triple amenaza por ser el retador N° 1 por el Campeonato Máximo, la que sin duda será candidata a una de las mejores luchas del año.
Revisemos los combates.
Kick-off: Kalisto venció a Alberto del Río en Lucha 2 de 3 caídas, reteniendo el Campeonato de los Estados Unidos. Desde que el año pasado, la WWE acertadamente puso uno de sus Campeonatos secundarios en manos de la figura más importante de la Compañía: John Cena, el cinturón americano, tuvo una gran repercusión, que lamentablemente no ha podido ser replicada por las figuras que lo sucedieron. Del Río lucha por vender credibilidad, sobre un personaje bastante desgastado y poco flexible, y aunque su unión con la Liga de Naciones, le suma importancia, extrañamente no le ha servido como ayuda (excepto en una ocasión), para ganar el título. El caso de Kalisto es opuesto, ya que cuenta con el apoyo popular, pero aún está a años luz de la credibilidad de un personaje como Rey Mysterio, su principal referente. Veremos si la WWE es capaz de ponerle un feudo interesante al enmascarado de cara a Wrestlemania, ya que este enfrentamiento no da para más.
Sasha Banks y Becky Lynch vencieron a Tamina y Naomi. En lo que se presentó como algo completamente innovador, las Divas se tomaron dos espacios del evento principal y lo cierto es que podríamos decir que cumplieron con su objetivo. En el primer combate, Sasha y Becky fueron altamente exigidas por dos chicas, que no quieren quedarse atrás en la lucha por el único spot importante en la División: El cinturón de las Divas. El apoyo popular sobre las ex-NXT, también es decisivo al pensar en ellas, como parte fundamental del casi seguro único combate de Divas en Wrestlemania, donde bien podría decirse que se pondrá fin a la Revolución como tal, con un nuevo referente femenino al mando.
Kevin Owens venció a Dolph Ziggler, reteniendo el Campeonato Intercontinental. Sin duda, una de las luchas que se esperaba se robara la noche, no decepcionó en el desarrollo de un enfrentamiento que cualquiera de los dos pudiera haber ganado. Considerando eso, Owens nuevamente sale victorioso de un enfrentamiento importante, pero que debido a su rápida carrera, le pone límites al pensar en él como uno de los “elegidos” para el futuro de la WWE en el corto plazo. De Ziggler por su parte, se esperaba que en su última renovación de contrato el año pasado, pudiera negociar mejores cosas para su carrera, lo que hasta ahora al menos no se ha manifestado. Veremos que viene para Owens de cara al evento más importante del año, donde habrá que ver si se puede perfilar para mejores cosas en el año.
Ryback, Big Show y Kane vencieron a Braun Strowman, Eric Rowan y Luke Harper. La sorpresa de la noche, no solo por el desarrollo, sino que por el resultado, fue la lucha que enfrentó a los “monstruos” de la WWE. Como era lógico de esperarse, la rapidez no fue una de las características fundamentales, pero el tiempo que tuvo para su desarrollo, fue bien ocupado con relevos rápidos de ambas partes. Inteligentemente, la WWE se aseguro de dejar por fuera de este combate, la presencia de un Bray Wyatt que puede ser fundamental nuevamente en el camino a Wrestlemania. Por otro lado, se potenció la figura de Ryback, poniéndolo como favorito en lo que puede ser su hipotética participación en la batalla en honor a André el Gigante.
Charlotte venció a Brie Bella, reteniendo el Campeonato de las Divas. Desde la previa, el combate fue pactado en base a la emocionalidad que entregaba el reciente retiro de Daniel Bryan y como su esposa Brie podía alcanzar nuevamente el tope de la División, antes de su casi seguro retiro de los rings para acompañar a su esposo. Eso permitió, que Charlotte sacara mayores credenciales como malvada, con la compañía de un Ric Flair, que sigue opacándola y estancando el desarrollo de su personaje. Todo eso, debe permitir replantear el personaje de Charlotte, quien como se vio, técnicamente es muy dotada y llevó a cabo un gran combate, que si fuera el último de Brie, tiene para sentirse más que orgullosa.
A.J. Styles venció a Chris Jericho. Otra de las luchas que tenían una alta expectativa, que pese a lo obvio del resultado, tuvo un desarrollo que puede dejar a ambos conformes, desde lo que significa para sus carreras. Pese a que Styles tiene una trayectoria muy importante, en las ligas independientes y TNA, debía ser “presentado” de una manera importante en la WWE y en eso nuevamente Jericho cumplió un papel fundamental, como un hombre que derrocha generosidad a la hora de pensar en la próxima generación de talentos. Sin embargo, cada nuevo enfrentamiento que Jericho ha tenido desde que su carrera empezó a ser solo de medio tiempo, deja una huella fundamental en él y en sus fanáticos, por lo que esta pérdida y como se enfrenta, permite ver a un Styles muy fortalecido y a un Y2J listo para la próxima estrella en ascenso que necesite ser potenciada.
Curtis Axel venció a R-Truth. Extraño momento el que se vivió después del segmento que trajo de vuelta a Edge y Christian al ring, claro que sin la posibilidad de luchar en éste. Luego de ese episodio, el cual tampoco fue el mejor, se vio esta extraña lucha de dos minutos, que pudo ser reemplazada por el panel de expertos o una promo más larga del evento principal. De todas formas, sirvió para bajar los decibeles antes del esperado evento principal y para que el público pudiera relajarse e ir al baño, luego de un par de horas de emoción sin parar. Del combate en sí, nada que decir.
Roman Reigns venció a Brock Lesnar y Dean Ambrose para ser el retador n°1 al Título de la WWE Mundial Pesado en Wrestlemania. Si hacemos el análisis en base al obvio resultado final, es probable que encontremos que éste no correspondía a lo que se esperaba que ocurriera y que la sorpresa, que siempre es un elemento que genera interés, esta vez no estuvo presente. Sin embargo, para evaluar con justicia lo que sucedió en el ring anoche en el evento principal, debemos desmenuzar minuto a minuto todo lo que sucedió en este combate. Lesnar en lo suyo, repartió Suplexs a todo lo que se movía y dominó buena parte de los primeros minutos del combate. Luego la unión de Ambrose y Reigns sirvió para sacar de combate transitoriamente a Lesnar, para ver un enfrentamiento lleno de morbo y que también respondió a lo que esperaba la fanaticada, donde además se cuidó de no destruir la relación entre Ambrose y Reigns, que puede servir a futuro para nuevos enfrentamientos. El final con Triple H sosteniendo el cinturón, marca a las claras que desde hoy, empezará un nuevo feudo que llegará al evento principal de Wrestlemania, dejando a la espera de que pasará con Ambrose y Lesnar, que también salieron bien parados de esta contienda y que podría verse al final de la temporada, como una de las mejores del año.
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@gustalbo
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