• Jaime ceresa, ex Guía de Lucha Libre
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Como nunca un despido en la WWE ha generado tanto ruido en los últimos años como el de la semana pasada, cuando la empresa de Vince McMahon decidió poner fin al contrato de Zelina Vega.

La luchadora latina fue desvinculada de la empresa luego que ella abriera una cuenta de OnlyFans, donde vendía fotos de ella en 100 dólares, algo que la compañía de lucha comenzó a prohibir hace poco más de un mes, en una tremenda controversia, luego que obligara a todos sus luchadores a cerrar cuentas que no fuesen las oficiales de la WWE y por donde podrían lucrar de su imagen (el ejemplo más claro, Twitch).

Vega, que fue una de las más vociferantes en contra de la acción, comenzó a averiguar y establecer vínculos para poder abrir un sindicato de luchadores, algo que la WWE, nunca ha querido, ni permitido (de forma ilegal).

Los luchadores de la empresa de Vince McMahon si bien tienen buenos salarios, son contratistas independientes que no gozan de ningún beneficio legal como seguros, traslados, previsión, etc., por lo cual la sindicalización de ellos podría implicar un punto delicado para la empresa.

Hoy luego del despido de Vega, esta realidad se vuelve más tangible que nunca, luego que personeros políticos como el ex pre candidato presidencial demócrata Andrew Yang, ofreciera ayuda legal a Vega y a los luchadores con el fin de sindicalizarse.

Podrían venirse tiempos muy complejos para la WWE.