• Jaime ceresa, ex Guía de Lucha Libre
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Acuerdo WWE Fox Network

Son 205 millones de dólares anuales la cantidad que pagó Fox Sports a la WWE por quedarse con los derechos televisivos de la marca Smackdown! por 5 años.

El acuerdo televisivo que parte el 6 de octubre de este año, no sólo contempla libertad de la cadena para decisiones de producción, libreto y luchadores, sino también, que la marca azul de la WWE pase a ser la primera a nivel de importancia en la compañía (por sobre la histórica Raw).

El tema no para ahí, pues el poder de mil millones de dólares en media década, hará que la empresa de Disney centre el star power de las luchas en el programa de 2 horas, algo hasta ahora reservado para los PPVs que se transmitían por WWE Network.

Si a eso le sumamos que NBC pagó la misma cantidad por los derechos de la marca Raw, es que tendremos una lucha descarnada por colonizar el ráting en los dos programas de la compañía de Vince McMahon.

¿Pero qué significa en términos prácticos esto?

Que Comcast (dueños de NBC) y Disney (dueños de Fox) las dos empresas más grandes de contenidos a nivel mundial trasladan su guerra al terreno de la lucha, teniendo el control del producto televisivo de la WWE, y con esto también un impacto fuerte en las marcas indie como AEW, RoH, Lucha Underground o Impact, que verán su importancia e impacto reducidas ostensiblemente.

La presión de los dos monstruos televisivos ya se siente, y esto se dio de manifiesto en la edición de Raw del lunes 6 de mayo, donde los ejecutivos de la empresa de lucha debieron ceder la separación de marcas, ante la presión de las cadenas de TV que insatisfechas por el bajo ráting pidieron una flexibilización el superstar shake-up, permitiendo que figuras de Raw y Smackdown! puedan aparecer en los shows rivales periódicamente.

Lo que se viene

Lo cierto es que millones son millones, y con 2 mil millones de dólares garantizados, la empresa de lucha aseguró sus espaldas por el futuro inmediato y de pasada, podrá lograr jugosos contratos futuros a figuras de la talla de Ronda Rousey, Bill Goldberg, y Brock Lesnar tal como renovaciones de contrato a luchadores vigentes que ya van del orden de 500 mil dólares anuales.

El dinero ayuda, pero no asegura nada dicen por ahí. Es de esperar que estos estratosféricos acuerdos permitan a la empresa de wrestling mejorar la calidad de su producto -algo muy al debe hoy en día-, y de pasada mejorar el ráting caído desde un tiempo a esta parte.